Es normal que en algún momento las personas tengan algún tipo de pesadilla. Sin embargo, cuando la situación se vuelve frecuente y se repite varias veces en la semana, puede alterar la cotidianidad y es aquí cuando se habla de un trastorno de pesadillas.
De acuerdo con la revista Mejor con Salud, no toda pesadilla es un trastorno, pero un trastorno sí se convierten en pesadilla. Lo anterior se explica en que las pesadillas se viven como sueños que pueden desencadenar distintas emociones, entre ellas el miedo, la ansiedad y la angustia. Suelen ser muy reales y al despertarse la persona las recuerda con mucha claridad.
En cambio, cuando se habla de un trastorno de pesadilla se hace referencia a la presencia continua de los malos sueños, que suelen afectar el bienestar de las personas y les genera una sensación de agobio e intranquilidad.
Mejor con Salud explica los síntomas que genera este tipo de trastorno y a los cuales se les debe prestar mayor atención:
- Presentación frecuente y continua de las pesadillas.
- Por lo general, durante el día se recuerda la pesadilla y cuesta desconectarse de ella, por lo que al evocarla, vuelve a provocar malestar. También es probable que se tenga dificultad para concentrarse y continuar las tareas diarias.
- Experimentar agotamiento y cansancio, por lo que el momento de descanso no es reparador.
- Tener cambios en el estado de ánimo, como irritabilidad, desgano o angustia.
Ahora bien, para comprender este trastorno, es importante detallar que existen muchas clasificaciones en función de su duración. Por ejemplo, cuando se habla de un trastorno de pesadilla agudo, hace referencia a las pesadillas tienen una duración de menos de un mes; el subagudo se da cuando la ocurrencia es de uno a seis meses; y la persistente, cuando se da por más de seis meses.
Con respecto a la gravedad de este problema, el trastorno de pesadillas se puede clasificar de tres formas: leve, moderada y grave. La primera se caracteriza porque las pesadillas ocurren menos de una vez por semana; la moderada ocurre varias veces por semana; mientras que en la fase más grave suceden casi todas las noches.
¿Cómo superar el trastorno de pesadillas?
Ante un trastorno de pesadillas, Mejor con Salud ofrece las siguientes recomendaciones:
- Acudir al médico: esta es la mejor forma de determinar si existe alguna causa de tipo orgánica que esté influyendo en el adecuado descanso de la persona. Por ejemplo, las pesadillas pueden presentarse junto a enfermedades coronarias.
- Cuidar la alimentación nocturna: como tal, la calidad del sueño muchas veces depende de la última comida que se consume en el día. Por ello, se aconseja cenar ligero y al menos dos horas antes de la hora de acostarse.
- Tener una adecuada higiene del sueño: se debe intentar mantener una rutina para acostarse y levantarse a la misma hora todos los días o entre semana. También es importante practicar algunos ejercicios de respiración y relajación para conciliar adecuadamente el sueño.
- Imaginar: esto ayuda a modificar el contenido de la pesadilla, pues durante el día, la angustia por los sueños puede provocar que intentemos evitar su recuerdo.