La mayoría cree que los trastornos alimenticios, incluidos el uso de pastillas para adelgazar y el dismórfico corporal, son problemas de las personas de estratos económicos con altos ingresos. Pero un estudio reveló que la población de escasos recursos tendría más probabilidades de sufrir por esta causa.
El trabajo se hizo con una muestra de 1.531 adolescentes en Minneapolis, Estados Unidos, y se basó en un sondeo sobre su alimentación y satisfacción corporal realizado entre 2009 y 2010, con seguimiento hasta 2018. El 16,5 por ciento de las mujeres con menores ingresos se mostraron insatisfechas con su cuerpo, en comparación con el 12,2 por ciento de sus contrapartes de nivel socioeconómico alto.
Esa brecha fue más marcada entre los adultos jóvenes: 22,7 por ciento de los que tenían ingresos más bajos estaban insatisfechos con sus cuerpos en comparación con 8,1 por ciento de los que tenían ingresos altos. Al parecer, la razón de estos hallazgos, publicados en Eating Behaviors, es que los trabajos anteriores sobre el tema se habían hecho solo en personas de altos ingresos.
Cáncer
Atención, viudos
Un riesgo 20 por ciento mayor tienen los hombres viudos de desarrollar cáncer de próstata, según un estudio del Institut National de la Recherche Scientifique. El hallazgo, hecho por Charlotte Salmon y Marie-Élise Paren, confirma que el entorno social es un factor clave en el riesgo de desarrollar cáncer de próstata.
El vínculo se identificó por primera vez tras el análisis de 12 estudios del consorcio internacional Practical que comparaba 14.000 hombres recién diagnosticados con cáncer de próstata y 12.000 sanos. Otros estudios ya habían demostrado que las personas solitarias y aisladas sobreviven menos al cáncer, “pero no sabíamos que eran más susceptibles a desarrollar un cáncer”.
Al parecer, sin el estímulo de un compañero de vida, estas personas tienden menos a someterse a un chequeo preventivo. La investigación se publicó en el European Journal of Epidemiology.
Demencia
Todo oídos
Un estudio publicado en JAMA Network Open encontró que las personas que en sus 40 tienen quién las escuche cuando necesiten ventilar sus problemas, están más protegidas del deterioro cognitivo. Esto a pesar de que ya tengan signos de cambios neuropatológicos en el cerebro como los que se ven con el mal de Alzheimer.
La resiliencia cognitiva es una medida de la habilidad que tiene el cerebro para funcionar mejor de lo esperado para la edad fisiológica y puede aumentar, según expertos de la Universidad de Nueva York, por medio de conversaciones positivas con los demás.
Los autores señalan que las personas menores de 65 años pueden beneficiarse de este apoyo social de su red de amigos y que, por cada unidad de declive de la actividad cerebral, las personas de 40 y 50 años con pocas personas que las escuchen tiene una edad cognitiva mucho más vieja que la de quienes sí cuentan con esos interlocutores atentos.
CIFRA
El 73% de la población mundial ahora cree que la Tierra ha llegado a un punto irreversible debido al cambio climático causado por la actividad humana, según un sondeo en el mundo de Global Commons Alliance e Ipsos MORI.
Pandemia
Prueba para covid prolongado
Investigadores de la Universidad de Cambridge, Inglaterra, habrían descubierto ciertos biomarcadores en los supervivientes de covid-19 que indicarían que padecen covid prolongado, una condición en la que los pacientes tienen síntomas del virus aún meses después de la recuperación.
Se trata de ciertos tipos de citoquinas halladas en la sangre que pueden detectarse con un simple análisis de sangre, lo que facilita a los médicos el diagnóstico de la afección. Según estudios, entre 33 y 66 por ciento de los sobrevivientes de covid-19 desarrollan covid prolongado.