Una novedosa terapia realizada por médicos del Hospital Infantil Great Ormond Street en Londres, Reino Unido, permitió cambiar el pronóstico de vida de Layla Richards, una niña de 1 año que padecía un tipo de leucemia agresiva e incurable. Dado que la quimioterapia y el trasplante de médula no dieron resultado, los especialistas utilizaron como último recurso un tratamiento basado en editar los genes. Para ello, los expertos usaron células del sistema inmune de un donante y las manipularon genéticamente en el laboratorio para que atacaran las células malignas de la pequeña. Un mes después dichas células habían matado a todas las cancerosas de su medula ósea. Es la primera vez que un paciente sobrevive con la técnica de edición genética y si bien hoy aún no puede aplicarse a todos los enfermos con leucemia, los expertos consideran que se trata de un gran avance en la lucha contra el cáncer. El caso fue presentado ante la Sociedad Estadounidense de Hematología.