Combatir el estrés causado por el trabajo, el estudio y el día a día, ha cobrado mayor interés entre las personas; por eso, los aceites naturales han emergido como una opción prometedora.
De acuerdo con la Universidad de Maryland Medical Center de los Estados Unidos, ciertos aceites esenciales contienen componentes químicos que influyen en el sistema límbico del cerebro, responsable de las emociones y el estrés; además, las propiedades aromáticas los aceites naturales también pueden ser beneficiosas.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), por su parte, señala que los olores pueden influir en la respuesta emocional y mental de una persona. Al inhalar estos aceites, las señales se transmiten al cerebro y pueden inducir a una sensación de calma y relajación.
Lavanda: un aliado para la relajación y la tranquilidad
La lavanda es uno de los aceites esenciales más reconocidos por sus propiedades relajantes y calmantes. La Universidad de Maryland Medical Center sugiere que este aceite puede influir en el sistema límbico del cerebro, ayudando a reducir la ansiedad y el estrés. Se cree que la lavanda puede disminuir la presión arterial y el ritmo cardíaco, creando un efecto relajante en el cuerpo.
La aplicación de aceite esencial de lavanda puede realizarse mediante la difusión en un difusor de aceite o la aplicación tópica en la piel, siempre diluida con un aceite portador. Un estudio publicado en The Journal of Alternative and Complementary Medicine encontró que la aromaterapia con aceite de lavanda puede mejorar la función cognitiva y reducir la ansiedad en adultos mayores con problemas de memoria.
Bergamota: eleva el ánimo y reduce la ansiedad
El aceite esencial de bergamota es valorado por su capacidad para elevar el estado de ánimo y reducir los niveles de ansiedad. Un estudio publicado en Complementary Therapies in Clinical Practice asegura que la bergamota puede tener efectos ansiolíticos y antidepresivos. Se demostró que el aroma fresco y cítrico de este aceite esencial puede influir en el sistema nervioso, generando una sensación de calma y bienestar.
La aplicación de aceite de bergamota puede realizarse también mediante la difusión en el aire o la aplicación tópica. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este aceite esencial es fotosensible, lo que significa que puede aumentar la sensibilidad de la piel al sol. Por lo tanto, se recomienda evitar la exposición solar directa después de la aplicación tópica.
No obstante, es importante recordar que cada persona es única y puede reaccionar de manera diferente a los aceites naturales. Se recomienda realizar una prueba de parche antes de usar cualquier aceite esencial para asegurarse de que no haya reacciones adversas.
Sándalo: esencia antigua para la calma y la espiritualidad
El aceite esencial de sándalo, extraído de la madera del árbol de sándalo, es conocido por sus propiedades calmantes y su uso tradicional en la espiritualidad y la meditación. La revista Planta Medica documentó que el sándalo puede tener efectos sedantes en el sistema nervioso, lo que lo convierte en una opción popular para reducir la ansiedad y promover la relajación.
Una de las características distintivas del aceite esencial de sándalo es su aroma cálido, amaderado y terroso. Sus propiedades pueden influir en la mente y el estado emocional, creando un efecto tranquilizante. Según Planta Medica, estudios en animales, certificados en libres de crueldad, han sugerido que el sándalo puede tener propiedades antiansiedad.
Para usar el aceite esencial de sándalo, se puede agregar unas gotas a un difusor de aceite para llenar el ambiente con su aroma relajante. También puede diluirse en un aceite portador y aplicarse en puntos de pulso o en la planta de los pies. Algunas personas incorporan el sándalo en sus prácticas de meditación y espiritualidad para fomentar un sentido de calma y conexión interna.