El tiempo es imposible de detener, el paso de los años se va viendo reflejado en las personas en su aspecto físico, en sus pensamientos y en su forma de ser y actuar. Envejecer es algo normal y es algo que le pasa a todos, sin embargo, lo que sí debe estar bajo control es la forma en la que se hace el estilo de vida que se tiene a lo largo de la vida.
Una persona con un vida saludable tiene una vejez asegurada en términos de bienestar, pese a que las enfermedades pueden aparecer, va a tener más calidad de vida que otros que no han tenido los mejores hábitos.
Ante esta realidad, es crucial tener en cuenta la alimentación como prioridad. Es por esto que, cuando se llega a tercera edad, después de los 60 años, es indispensable tener estos alimentos presentes en la dieta diaria. Y es que los adultos mayores requieren menos calorías, pero más vitaminas y minerales.
Se debe ser muy consiente de que la alimentación después de los 60 debe cambiar un poco para prevenir enfermedades o evitar complicaciones, aunque se haya mantenido una dieta saludable en la vida adulta y la persona se encuentre en un peso ideal.
La revista Mejor con Salud explica que el metabolismo va disminuyendo poco a poco, cada año. Es por esto que algunos empiezan a ser sedentarios y no dejar de quemar calorías. Además, es inevitable que se pierda masa muscular y se tiende a disminuir la densidad ósea. Asimismo, se puede empezar a formar depósitos de grasa.
Dicho medio especializado en salud también explica que, en medio de estos cambios, hay que tener ciertos alimentos presentes que permitan obtener lo necesario para estar y sentirse bien.
Tres alimentos indispensables después de los 60 años
Los granos
Los granos no deben faltar en la dieta de las persona sin importar la edad, siempre y cuando no haya restricciones médicas para su consumo. No obstante, en esta etapa de la vida son indispensables al ser una fuente de proteína vegetal, vitaminas y minerales.
Se recomiendan consumir está la quinua, garbanzos, habas, lentejas, frijoles, así como la soja y sus derivados, incluyendo el tofu. Sin embargo, quienes sufren de problemas intestinales, deben ser moderados con algunos granos o cambiar sus preparaciones. En estos casos, lo mejor es acudir a un especialista.
Las carnes magras
La proteína es clave a cualquier edad y aun más en esta, pues la pérdida de masa muscular puede afectar a las personas. Es por esto que los expertos aconsejan más consumo de aves y pescados que carnes rojas.
No obstante, estas últimas no suponen necesariamente un riesgo, hay que hacerlo de manera moderada. En lo posible, lo que se debe evitar son los procesados, que contienen otras sustancias necesarias para su conservación que pueden ser dañinas para el cuerpo.
Las grasas
El cuerpo requiere de grasas para realizar diversas funciones, como la absorción de vitaminas. De hecho, hay tres tipos de grasas: saturadas, monoinsaturadas y poliinsaturadas, pero las dos últimas son las más saludables. Por esta razón no hay razón para temerle a las grasas buenas en la dieta.
Otros alimentos que no pueden faltar en este listado son los huevos como fuentes cruciales de proteínas, vitaminas, minerales que ayuden al fortalecimiento de las defensas el organismo y a mantener la masa muscular.
También aparecen los lácteos, sin embargo, se debe ser cuidadoso con su consumo, ya que varios productos derivados de la leche están cargados de sal y esto puede elevar los niveles de sodio en el cuerpo y causar problemas con hipertensión o afectar a las personas que ya la padecen. No obstante, productos como el yogurt son importantes en esta etapa de la vida por los prebióticos que aportan.