El Instituto Nacional del Cáncer (NCI) explica que la arteria es un “vaso sanguíneo que lleva la sangre del corazón a los tejidos y los órganos del cuerpo”, cuando se acumula grasa en estos conductos se denomina colesterol alto, que de acuerdo con la Clínica Mayo es “una sustancia cerosa” que se deposita en los vasos sanguíneos, impidiendo el flujo de la sangre, elevando las probabilidades de sufrir problemas cardíacos.

Aunque el colesterol HDL no es malo, el LDL en altos niveles es perjudicial para la salud. Uno de los factores que más incide en su incremento es el consumo de alimentos ricos en grasa trans o saturada, que se evidencia en alimentos fritos u horneados, por ejemplo.

Enfermedad que aqueja a las arterias

Una de las enfermedades que más aqueja a las arterias es la ateroesclerosis, ”que se produce cuando los vasos sanguíneos que llevan el oxígeno y los nutrientes del corazón al resto del organismo (arterias) se engrosan y endurecen, a veces, restringiendo el flujo sanguíneo a los órganos y a los tejidos”, precisa la entidad.

Así mismo, señala que la ateroesclerosis es el cúmulo de grasa y otras sustancias “dentro de las arterias y sobre sus paredes”, que forman una placa que interrumpe la circulación.

Si esta afección es grave, puede provocar dolores en el pecho, pérdida en la visión o el debilitamiento y caída del párpado. Así mismo, puede afectar los riñones y provocar una presión arterial alta.

Los altos niveles de colesterol en la sangre es uno de los factores que más inciden en el taponamiento de las arterias. | Foto: Getty Images

Es importante saber que esta enfermedad puede aparecer en la niñez y acrecentarse con el paso de los años, que puede ser causada por lesiones en las arterias, así mismo, por el consumo de cigarrillo, el colesterol alto, la artritis, el lupus o una “enfermedad intestinal inflamatoria”.

Tener hábitos saludables como el ejercicio y una alimentación balanceada contribuyen en la prevención de esta enfermedad.

Alimentos que cuidan las arterias y mejoran la circulación

Aguacate

Es un alimento rico en antioxidantes y grasas insaturadas, mismas que pueden reemplazar las que son dañinas para el organismo como las trans, por ejemplo. De acuerdo con el portal de salud Tua Saúde, aunque el aguacate tiene efectos vaciantes y vasodilatadores, su alto consumo trae un efecto contraproducente por el aporte calórico que brinda.

Foto referencia sobre aguacate. | Foto: Getty Images

Tomate

También es conocido como jitomate y su uso es amplio tanto en la cocina como en el cuidado de la piel. De acuerdo con el portal de salud Tua Saúde, es una fruta que se utiliza como vegetal que está compuesta de vitamina A, C, y K, que actúa como antiinflamatorio, previniendo enfermedades, tales como la osteoporosis o el infarto de miocardio, por ejemplo.

La lista es amplia a la hora de describir el tomate y sus propiedades diuréticas, ya que ayuda a contrarrestar otras afecciones como la aparición de cáncer por su compuesto llamado licopeno, que trabaja como antioxidante, mismo que ayuda a bloquear los radicales libres protegiendo las células del cuerpo.

Lo anterior no quiere decir que su consumo elimine las posibilidades de desarrollar un cáncer, sino que puede reducir las probabilidades de riesgo, ya que una enfermedad terminal tiene otras causas relacionadas con su aparición.

El tomate ayuda al buen funcionamiento del cuerpo y del sistema inmunitario. Foto: Getty Images. | Foto: Foto: Getty Images.

El tomate también ayuda a regular la presión arterial porque su consumo elimina el exceso de sodio que hay en el cuerpo, gracias a la cantidad de agua que lo compone y lo hace actuar como un diurético.

Cebolla

La cebolla es un alimento rico en vitaminas y antioxidantes, con efectos anticancerígenos, hipoglucemiantes y antibacterianos -según Tua Saúde-, que al ser incluida en un plan de alimentación saludable puede traer muchos beneficios al cuerpo, incluso es uno de los ingredientes predilectos para la preparación de remedios caseros que combaten infecciones virales.

Por lo tanto, la cebolla está compuesta de antioxidantes que actúan sobre los vasos sanguíneos, brindándoles descanso, disminuyendo las probabilidades de la formación de coágulos que compliquen el flujo sanguíneo, y, por ende, incidan en enfermedades cardiovasculares.

Si bien es cierto que planes de alimentación ricos en frutas y verduras pueden reducir el riesgo de la acumulación de colesterol en las arterias, alimentos como la cebolla tienen la capacidad de combatir esta afección debido a las saponinas que son solubles en agua.