El colesterol es una sustancia que el cuerpo necesita para funcionar correctamente y gozar de buena salud, según señala el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés). Sin embargo, es necesario que corresponda a cantidades adecuadas. Cuando hay colesterol alto, es posible que se formen depósitos grasos en los vasos sanguíneos. Con el paso del tiempo, estos depósitos crecen y es más difícil que fluya suficiente sangre a través de las arterias.
En algunos casos, esos depósitos pueden romperse de repente, lo que genera un coágulo que causa un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular, explica el portal de Mayo Clinic.
Esta organización sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación subraya que el colesterol alto puede heredarse. No obstante, agrega que suele ser el “resultado de la elección de un estilo de vida poco saludable, por lo que se puede prevenir y tratar”.
Mayo Clinic también explica que existen dos diferentes tipos de colesterol, los cuales son:
Lipoproteína de baja densidad (LDL). El colesterol LDL, o “malo”, trasporta las partículas de colesterol por todo el cuerpo. El colesterol LDL se acumula en las paredes de las arterias, lo que genera su endurecimiento y estrechamiento.
Lipoproteínas de alta densidad (HDL). El colesterol HDL, o “bueno”, recoge el exceso de colesterol y lo lleva de nuevo al hígado.
¿Qué alimentos se deben evitar?
Alimentos de origen animal
Cuando una persona tiene el colesterol alto debe tratar de evitar el consumo de alimentos de origen animal como el hígado y otras vísceras, yemas de huevo, camarones y productos lácteos de leche entera, según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Alimentos procesados
De igual forma, se deben limitar los productos altamente procesados, como mantequilla, dulces horneados y papas fritas; las comidas rápidas, los embutidos, los postres y los mariscos.
La sal
La sal es otro de los productos que no deberían incluirse en la dieta. Si bien reducir su ingesta no disminuirá los niveles de colesterol, sí puede minimizar el riesgo de presentar enfermedades cardíacas al ayudar a reducir la presión arterial. Una opción para cumplir con el objetivo de comer menos sal es utilizar especias naturales que le pueden agregar sabor a los alimentos.
Alcohol
Otra de las recomendaciones es evitar el consumo de alcohol, que añade calorías que pueden llevar a aumentar de peso. El sobrepeso puede elevar el nivel de colesterol malo y disminuir el bueno. Demasiado alcohol también puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón, porque puede elevar la presión arterial y el nivel de triglicéridos.
El consumo de grasa también debe bajarse. Los expertos aseguran que no más del 25 al 35 % de las calorías diarias deben provenir de las grasas en la dieta, y menos del 7 % de grasas saturadas. Estas últimas son dañinas porque suben el nivel de colesterol malo (LDL) más que cualquier otra cosa. Las grasas saturadas se encuentran en algunas carnes, productos lácteos, chocolate, productos horneados y alimentos procesados y fritos.
La grasa trans es otra que no es recomendable. Puede elevar el colesterol malo y disminuir el bueno (HDL). Se encuentra principalmente en alimentos hechos con grasas y aceites hidrogenados, como la margarina en barra, las galletas saladas y las papas fritas.
Cuatro ejercicios para reducir el colesterol
De acuerdo con los especialistas, cuatro de los ejercicios o actividades físicas más recomendados para controlar los niveles de este lípido en el cuerpo son los siguientes:
Caminar
Si bien es probable que caminar no ofrezca los mismos beneficios que correr, ya que la intensidad es menor, lo cierto es que esta actividad física destaca como una alternativa aeróbica útil para tratar el colesterol alto, según una publicación de la revista Mejor con Salud.
Es una práctica que puede ejecutar cualquier persona. Lo ideal es realizar caminatas de 30 minutos al día a cualquier hora. Una opción es, por ejemplo, irse caminando al trabajo y regresar a la casa de la misma forma.
Nadar
Practicar este deporte demanda un importante gasto calórico y es una de las actividades más completas para mejorar condiciones generales de salud. Este ejercicio ayuda a la circulación de la sangre, especialmente la de las piernas, como consecuencia de las contracciones y descontracciones musculares que se producen al realizar los diferentes movimientos.
Bailar
Cuando a una persona no le agrada ir al gimnasio o salir a caminar, una alternativa viable es bailar para bajar el colesterol. La recomendación es tomarlo como una actividad constante y moderada, pues esto ayuda a movilizar las grasas del cuerpo y eliminar el glucógeno, que es la glucosa de más que se almacena en el hígado y los músculos.
Montar en bicicleta
Esta práctica es favorable, pero se debe conservar una intensidad moderada durante al menos 30 a 60 minutos. El consejo de los expertos es no realizar sobreesfuerzos. Los análisis científicos indican que practicar ciclismo ayuda a reducir los niveles de colesterol malo y a aumentar los del bueno. Al igual que ocurre con la natación, es una actividad física que no sobrecarga las articulaciones y con la que se ejercitan diferentes partes del cuerpo.