El colesterol es un sustancia cerosa presente en la sangre y que el cuerpo necesita para formar células sanas. Sin embargo, los niveles altos podrían aumentar el riesgo de padecer alguna enfermedad cardíaca.

Esta sustancia puede provocar que se formen depósitos grasos en los vasos sanguíneos, los cuales con el paso del tiempo crecen dificultando el fluido normal de la sangre a través de las arterias. Según información de la compañía de salud Sanitas, siete de cada diez personas mayores de 45 años tienen el colesterol alto.

Existen varios factores que pueden incidir en este padecimiento, entre ellos una dieta rica en grasas saturadas, la falta de ejercicio, el historial familiar, padecer de sobrepeso, la edad, el sexo y beber cantidades de alcohol superiores a las recomendadas.

De acuerdo con Sanitas, otras afecciones tales como la diabetes mal controlada, ciertas enfermedades renales y hepáticas, y una glándula tiroides hipoactiva (hipotiroidismo) también pueden provocar un ascenso de los niveles de colesterol. Adicionalmente, medicamentos como los betabloqueantes, los esteroides o las tiazidas (un tipo de diuréticos) también pueden afectar a los niveles de lípidos en la sangre.

Si bien existen los tratamientos médicos para ayudar a bajar o controlar los niveles de colesterol en la sangre, también hay algunas opciones caseras que pueden resultar favorables. La avena es uno de los alimentos que puede beneficiar a quienes padecen de esta enfermedad.

El instituto Mayo Clinic indica que este cereal contiene fibra soluble, que reduce el colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL), conocido como colesterol “malo”. Este tipo de fibra puede reducir la absorción del colesterol en el torrente sanguíneo.

De 5 a 10 gramos o más de fibra soluble al día disminuyen el colesterol LDL. “Una porción de un cereal de desayuno con avena o salvado de avena proporciona de tres a cuatro gramos de fibra”, aseguran los especialistas de esta institución. Si se agrega fruta, como un plátano o bayas, la persona puede obtener más fibra.

El portal Gastolabweb, por su parte, indica que este alimento tiene un alto contenido de betaglucano, un componente que forma parte de una dieta variada y equilibrada que ayudará a mantener los niveles de colesterol adecuados. Aunado a ello, es una buena opción para limpiar las arterias, por su alto contenido de fibra, la cual, también es muy útil para mejorar las condiciones del sistema digestivo.

Existen diversas formas de preparar la avena para cumplir con el objetivo de reducir el colesterol y son las siguientes:

Leche de avena

Para preparar esta bebida se requiere de 100 gramos de avena y un litro de agua. La avena se puede dejar en remojo por unos 30 minutos, luego se cuela y se coloca en la batidora y se vierte el agua. Se mezcla durante unos dos minutos, luego de vuelve a colar y ya queda lista la leche para ser consumida. Para darle sabor se puede agregar miel, canela, esencia de vainilla o una pizca de sal.

La avena es un alimento energético y equilibrado nutricionalmente. | Foto: Dougal Waters Photography Ltd

Avena y manzana

Otra opción es la avena con manzana. Para prepararla, se requiere de media taza de hojuelas de avena, dos manzanas cortadas en cubos pequeños, tres tazas de leche de avena, una ramita de canela y un cuarto de cucharadita de esencia de vainilla. Se puede agregar miel si la persona lo desea.

Se mezclan todos los ingredientes en la licuadora y se ponen a hervir en una olla a fuego lento. Una vez que el agua hierva se deja cocinar unos 10 minutos. Se deja reposar y ya estará lista para ser consumida.

Batido de fresas con avena

Para elaborar esta bebida se requiere de una taza de leche de avena, un yogur natural, una taza de hojuelas de avena, dos cucharadas de azúcar (si la persona lo quiere) y una cucharada de extracto de vainilla. Se lavan las fresas y se mezclan junto a la leche y el yogur y se añade un poco de miel si se le quiere dar un poco de dulce, se agrega la avena y se bate bien. Este batido se puede meter en la nevera por un tiempo para tomarlo muy fresco.

La recomendación de los especialistas es que si la persona sufre de colesterol elevado, siempre cuente con el acompañamiento profesional de un médico.