Con el paso de los años la piel se va afectando y esto se va notando poco a poco, sobre todo en el rostro, pues es el que está más expuesto al sol, la lluvia, maquillaje e incluso al mismo viento. Y la edad empieza a verse especialmente en los párpados, pero esto puede contrarrestarse si se realizan algunos ejercicios especiales para evitar la caída de los mismos.
Al respecto, hay algunas técnicas a las que vale la pena echarles un vistazo y practicarlas, tan siquiera para probar, pues después de determinado tiempo, como suele ocurrir generalmente después de algunos días de trabajo, es que se evidencia el resultado.
Además de esto, vale la pena recordar que para lucir una piel sana y siempre joven se deben mantener buenos hábitos a lo largo de la vida, ya que si una persona se dedica a trasnochar, exponerse demasiado al sol, fuma, no toma agua, no consume fruta y verduras, claramente no puede aspirar a verse sano o tener al menos una piel tersa.
Por esto, siempre se recomienda prestar especial atención a las horas correctas del sueño en la noche para que el cuerpo realmente logre recuperarse y retomar energía; consumir agua, para oxigenar las células del cuerpo, tomar aire puro, incluir en la dieta frutas y vegetales, ya que son los que nutren al organismo desde el interior y esto irremediablemente se evidencia no solamente en la piel, sino en el rendimiento, el cabello y la vitalidad.
La piel de los párpados, según Care Plus, es la más sensible del rostro por ser extremadamente fina (tan solo 0,33 mm de grosor) y su poca protección natural permite que se deshidrate con mayor facilidad que otras partes del rostro. Sus funciones son:
- Protección: se encargan de proteger la córnea, es decir, de la estructura externa del globo ocular que posibilita la visión. Actúa como barrera frente a agentes externos, sustancias contaminantes y excesos de luz.
- Hidratación: al parpadear, se uniformiza la película lagrimal para mantener la córnea húmeda y se segregan lípidos para mantener una buena calidad de la lágrima.
Se debe cuidar mucho, dada la exposición a la que encuentra, puesto que pueden adquirirse infecciones u otras molestias como la blefaritis, que es una afección ocular que inflama los párpados debido a la proliferación excesiva de bacterias, causando la acumulación de secreciones y costras en la zona, afirma el portal.
Se calcula que afecta, a distintos niveles, a más de 30 % de la población y, si no se trata correctamente, puede derivar en problemas de sequedad ocular, aparición de orzuelos o inflamaciones de la córnea, recalca.
Así las cosas, para evitar la caída de los mismos, según Daniela Toro, experta en FisioOnline en la revista Glamour, recomienda los siguientes ejercicios:
1. Levantamiento de cejas: sentarse en un lugar cómodo con la espalda recta y la mirada viendo hacia el frente, y luego lleva las manos a la cabeza, formando una ‘V’. El dedo anular irá en el párpado caído y es el único que tendrá movimiento, mientras que los dedos de arriba se mantendrán firmes en la frente para que no haya movilidad en esta parte del rostro (aquí el meñique va al aire libre y no toca la cara).
Cuando se tenga esta posición, levantar las cejas con ayuda de tus dedos anulares, llevar la mirada hacia el techo, cierra los ojos lentamente, vuelven a abrirse y se cierran; mantener la postura durante 15 segundos. Repetir una vez más, siempre conservando la mirada hacia arriba y cerrando los ojos para activar el músculo.
2. V en los párpados: hacer una ‘V’ con los dedos de cada mano y llevarla al ojo, de modo que el dedo medio se coloque en el lagrimal y el índice en la esquina externa. Enseguida cerrar los ojos y mirar hacia arriba, hacia el lado derecho y hacia el izquierdo (sin gesticular con la frente). Repetir hasta completar 20 segundos, descansar y volver a hacer una serie de movimientos más.
3. Movimiento de piano: colocar la mano derecha por encima de la cabeza, de manera que la punta de los dedos llegue a los párpados caídos. Ahora, con suavidad y los ojos cerrados, estirar la piel hacia arriba moviendo los dedos como si se estuviera tocando un piano, y extender el masaje desde la ceja hasta el cuero cabelludo. De acuerdo con los especialistas de FisioOnline, estos movimientos deben ser rítmicos, profundos, sin dolor y realizarse tres veces a la semana.