Una de las principales recomendaciones de los profesionales de la salud para mantener una vida sana, libre de enfermedades, es practicar actividad física con regularidad, como mínimo tres veces a la semana. En lo posible, cada vez que se haga ejercicio este debe durar, por lo menos 30 minutos. Existen diferentes alternativas para ejercitar el cuerpo.

Tener el hábito del ejercicio es tan importante para el cuerpo humano, por ejemplo, que ayuda a mantener la línea y a evitar la obesidad. La actividad física también es ideal para fortalecer el sistema cardiovascular y el nervioso. Además, puede influir en un trastorno como la acidez estomacal.

“La acidez es una sensación de ardor dolorosa en el pecho o la garganta. Ocurre cuando el ácido del estómago regresa hacia el esófago, el tubo que transporta la comida desde la boca hacia el estómago. Si tiene acidez más de dos veces por semana, es posible que tenga enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), aunque es posible que sufra de ERGE aún sin tener acidez estomacal”, explica Medline Plus, Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

Nadie está exento de sufrir acidez estomacal. | Foto: Getty Images

“El embarazo, algunos alimentos, las bebidas alcohólicas y algunas medicinas pueden provocar acidez. El tratamiento de la acidez es importante porque con el transcurso del tiempo, el reflujo puede dañar el esófago. Las medicinas sin receta médica pueden ayudar. Si la acidez persiste, es posible que necesite medicinas con receta médica o una cirugía”, agrega la entidad.

Cabe mencionar que algunos síntomas de la acidez estomacal pueden confundirse con los que producen los infartos. Este trastorno es realmente muy molesto y puede interferir en la calidad de vida de la persona que la padece. Adicional a esto, en el peor de los casos, si no se trata de forma adecuada, puede detonar un cáncer.

Como se mencionó en párrafos anteriores, la práctica de ejercicio puede influir en la acidez estomacal. Pero, ¿cómo? Pues bien, existen tres tipos de actividades que ayudan a prevenir esta afección. Se trata de los ejercicios aeróbicos, estacionarios y en los que el cuerpo permanece erguido.

“En primer lugar, son más adecuados los ejercicios aeróbicos como caminar o nadar. Este tipo de ejercicios ayudan a mejorar el tránsito gastrointestinal disminuyendo el riesgo del reflujo. Además de ayudar a mantener un peso adecuado, también favorecen el control del estrés y la ansiedad, que pueden ser otros causantes de la acidez. Por el contrario, los ejercicios anaeróbicos, que son aquellos que implican realizar una fuerza considerable y alta resistencia, pueden llevar a un aumento de la presión abdominal favoreciendo la aparición de reflujo”, afirma el portal Almax.

Caminar es un ejercicio aeróbico. | Foto: Getty Images

Asimismo, el sitio dice que “también son recomendables los ejercicios estacionarios, que son más estáticos y sin movimientos bruscos. Con ellos se produce menor agitación del cuerpo y se evita la acidez. De esta forma, haciendo bici hay menos probabilidades de sentir malestar que si corremos o saltamos”.

De igual manera, es necesario destacar que los ejercicios en los que el cuerpo permanece erguido también son muy recomendados para prevenir una enfermedad como la acidez estomacal, esto porque el estómago no se llega a forzar. Caminar, de forma lenta, con el mentón alto, es una actividad erguida.

“Es importante puntualizar que no se debe comer excesivamente antes de realizar ejercicio, así que una comida ligera y baja en grasas es la mejor opción. Además, lo ideal es dejar pasar al menos una hora y media, o incluso dos, después de la comida para empezar con la actividad física”, concluye el portal Almax.

La mala digestión puede provocar acidez estomacal. | Foto: Getty Images/iStockphoto