La gastritis es un grupo de enfermedades que tienen en común la inflamación del revestimiento del estómago, que se produce por la misma infección bacteriana y que es causada por la mayoría de las úlceras estomacales, el uso habitual de ciertos analgésicos e incluso por ingerir bebidas alcohólicas.
Los especialistas han señalado que esta enfermedad puede aparecer de manera repentina (gastritis aguda) o lentamente (gastritis crónica), que puede llevar a la aparición de úlceras y un mayor riesgo de sufrir cáncer de estómago.
Igualmente, han advertido que en la mayoría de las personas no tiene efectos graves y mejora rápidamente con tratamiento que debe ser consultado con el médico.
Los síntomas más recurrentes son malestar o dolor punzante o ardor (indigestión) en la parte superior del abdomen que puede empeorar o mejorar cuando la persona ingiere alimentos, generando náuseas, vómitos y sensación de saciedad en la parte superior del abdomen, después de haber comido.
Como mencionamos anteriormente, en la mayoría de los casos no se requiere atención médica, pero si los síntomas permanecen durante una semana o más, se debe consultar con un especialista, especialmente si se presenta un dolor intenso, vómitos en los que no se puede retener ningún alimento o se está aturdido o con mareos frecuentes.
En casos urgentes, como vomitar sangre o que aparezca sangre en las heces o sean de color negro, también es importante acudir al médico de manera inmediata para determinar la causa y determinar el tratamiento a seguir.
Factores de riesgo
- Infección por Helicobacter pylori: es una de las más comunes. Solo algunas personas con la infección desarrollan gastritis u otros trastornos gastrointestinales del tracto gastrointestinal superior. “Los médicos creen que la vulnerabilidad a la bacteria podría ser hereditaria o producirse por las opciones de estilo de vida, como fumar y la alimentación”, de acuerdo con la Clínica Mayo.
- Uso frecuente de analgésicos: los denominados antiinflamatorios no esteroides, como el ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) y el naproxeno sódico (Aleve, Anaprox DS), pueden producir gastritis aguda o crónica, debido a que su uso regular o en cantidad excesiva, reduce el revestimiento protector del estómago.
- Edad avanzada: en las personas de avanzada edad el revestimiento del estómago tiende a volverse más fino y tienen más probabilidades de tener infección por Helicobacter pylori o trastornos autoinmunitarios.
- Consumo excesivo de alcohol: como mencionamos anteriormente, estas bebidas pueden irritar y erosionar el revestimiento del estómago, lo que lo hace más vulnerable a los jugos digestivos.
- Estrés: una cirugía importante, una lesión, quemaduras o infecciones graves pueden provocar gastritis aguda.
- Tratamiento oncológico: debido al consumo de fármacos de quimioterapia o radioterapia se puede aumentar el riesgo de gastritis.
- Gastritis autoinmunitaria: ocurre cuando el cuerpo ataca las células que forman el revestimiento del estómago, desgastando la barrera protectora del mismo.
- Otras enfermedades y afecciones médicas: está asociada a afecciones médicas, como el VIH o SIDA, la enfermedad de Crohn, la enfermedad celíaca, la sarcoidosis y las infecciones parasitarias.
Frutas que alivian la gastritis
Son varios los tratamientos para aliviar la gastritis y que deben ser consultados previamente con el médico. Sin embargo, estudios han determinado los beneficios de consumir algunas frutas. Entre ellas se encuentran:
- Melón: se trata de una fruta ligera que está compuesta por un 80 % de agua que contiene diversos minerales ideales para el correcto funcionamiento del organismo. Adicionalmente, ayuda a aliviar las molestias generadas por esta enfermedad debido a que contiene potasio, un antiácido natural de alto poder y magnesio, que brinda soporte al sistema inmunitario.
- Plátano (banano): aunque comer plátano en ayunas no cura la gastritis de forma inmediata, servirá para reducir determinados síntomas como la acidez. Por la presencia de potasio ayuda a proteger las paredes del estómago de los ácidos estomacales. También contiene fibra que permite al sistema digestivo trabajar de forma correcta.
- Manzana: debido a la presencia de pectina, favorece la absorción de líquidos y hace que se forme una especie de gel que protege el aparato digestivo. Se recomienda comer manzana hervida para que su digestión sea más sencilla.
Otras de las frutas aconsejadas son la papaya, el coco y la pera. Entre tanto, existen otras que no deben consumir las personas con gastritis: el limón y la naranja que son cítricos y aumentan la acidez estomacal. Igualmente, se debe prescindir de aquellas frutas que estén poco maduras, incluyendo las recomendadas.