Bajar de peso es un proceso que toma tiempo y que se debe hacer en compañía de profesionales, esto con el fin de evitar complicaciones de salud irreversibles, ya que varias personas se suelen arriesgar a seguir métodos que se encuentran en internet y estos pueden generar efectos adversos o lo que se conoce como efecto rebote; es decir, que la persona logra bajar de peso fácil, pero en pocos meses sube más peso del que logro perder en su momento.
No todas las dietas sirven para todos, por eso, se requiere de una asesoría especializada y personalizada, donde se tendrá en cuenta la edad del paciente, los kilos que debe reducir, sus condiciones de salud en general; es decir, si padece de alguna enfermedad relevante o no. El profesional idóneo para diseñar un plan de alimentación adecuado para cada persona es un nutricionista.
Hábitos que fomentan el aumento de peso
Algunas personas pese a los esfuerzos no logran disminuir el peso que necesitan para lograr un índice de masa corporal adecuado (IMC), y esto puede deberse a algunas malas prácticas que serán mencionadas a continuación.
El Comercio en su sección de salud y cuidado personal mencionó algunos malos hábitos que impiden que una persona baje de peso y para esto consultó con Karyn Reyna, nutricionista de la Clínica Ricardo Palma.
Falta de planificación
La profesional explicó que la falta de planificación en las comidas puede hacer que una persona por el afán opte por escoger lo primero que este a su alcance; la mayoría de veces lo primero que se suele consumir no es un alimento o producto saludable. La persona que está en un proceso para bajar de peso debe entender que esto no solo mejorará su figura, el punto radica en que si no baja de peso su vida puede estar en riesgo.
Para reducir la tentación es importante que la persona se organice por medio de una lista de compras y tenga todo lo que necesita a la mano para poder preparar su alimentación desde casa y transportarla a donde necesita, bien sea su trabajo o su lugar de estudio. Allí deben estar incluidos los snacks, ya que si se olvidan la tentación de comprar productos nocivos aumentará en un 100 %.
Cenar muy tarde
Ingerir la comida muy tarde en la noche puede generar un problema para el objetivo que se quiere alcanzar, la recomendación es comer a las 6:00 de la tarde o 7:00 de la noche máximo para que el organismo logré hacer la debida digestión.
Además, tal y como lo explica la nutricionista, cuando se come a altas horas de la noche el metabolismo trabaja más lento y se altera el ritmo circadiano, generando que el paciente no tenga la misma saciedad. “Lo más recomendable es que se consuman alimentos de fácil absorción y digestión, tales como una ensalada acompañada de una proteína o una sopa de verduras”, o lo que se haya acordado con el nutricionista que diseño la dieta.
No masticar lo suficiente
Los pacientes que suelen comer y masticar muy rápido o que no se toman el tiempo suficiente para ingerir y disfrutar los alimentos le emiten señales al cerebro de que aún no están satisfechos. Masticar de manera adecuada es un hábito que deberían tener todas las personas, sin importante su peso, esto mejorara la digestión y las condiciones nutricionales de todos los pacientes en general. La profesional en temas de nutrición y dietética sugiere que cada bocado de comida se mastique de 15 a 20 veces y lo ideal es que se coman porciones adecuadas en cada cucharada.