La sangre es uno de los ejes de la salud física. A través de sus funciones, permite que el cuerpo mantenga la temperatura correcta, que los nutrientes lleguen a las células que deban llegar, que los anticuerpos actúen de la manera que deben para evitar infecciones y que se de la cicatrización correcta.

No obstante, hay algunas sustancias que perjudican al flujo de la sangre a lo largo del organismo, pues obstruyen las estructuras que permiten su transporte (arterias y venas) o la coagulan. De esta manera, poco a poco comenzarán a aparecer reflejos de ellos, tales como las enfermedades cardiovasculares, elevados niveles en la presión arterial u otros males.

La circulación debe tratarse rápidamente, pues es vital. | Foto: El País

A fin de evitar ello, existen soluciones basadas en la alimentación que permiten que la circulación funcionen de manera correcta. Componentes como el colesterol malo (LDL) o los triglicéridos deben mantenerse en niveles moderados para que la sangre tenga la consistencia debida y los canales de su recorrido estén funcionando de manera correcta, estando limpios.

Lo que hace el exceso de estos elementos mencionados anteriormente es que ambos terminan combinándose por la sangre, formando placas. Estas placas se pegan a las paredes de los vasos sanguíneos, estrechándolas o hasta llegándolas a bloquear.

Así las cosas, se está expuesto a dificultades cardíacas o de la circulación, que también pueden derivar en inflamación, problemas intestinales o accidentes cerebrovasculares.

No obstante, como se dijo antes, algunos alimentos aportan a que la sangre mantenga una composición equilibrada, con vitaminas y nutrientes, manteniendo todo en orden. La avena, por ejemplo, resulta siendo una gran aliada.

La avena aporta antioxidantes y betaglucanos, los cuales ayudan a combatir la oxidación celular y regulan la presión alta. En ese sentido, hay por lo menos tres preparaciones en la que puede consumirse para aprovechar dicho beneficio.

El primero es el más común y simple, que involucra mezclar 150 gramos de esta con dos litros de agua y un poco de miel. Se unirá todo en una licuadora, se dejará enfriar y se puede tomar hasta una vez por semana.

Otra de las combinaciones sugiere añadir pera o manzana verde. En este caso, hervirá 100 gramos de avena con un vaso de agua y un poco de miel, cuando la mezcla esté lista la colocará en un plato y añadirá la fruta picada.

Por último, está mezclar la avena con canela. Para ello será necesaria media taza de avena, 500 mililitros de agua y una rama de canela. Todo será licuado, se dejará refrescar durante 12 horas y se colará.

Avena, canela y manzana para el colesterol. | Foto: Getty Images

La verdura que mejora la circulación sanguínea en las piernas y ayuda a reducir la inflamación

Si una persona tiene mala circulación, lo notará principalmente en las piernas y las manos. Estas extremidades son las más afectadas por esta condición. Se puede experimentar sensación de piernas dormidas, hinchazón o una sensación de hormigueo.

No son los únicos síntomas que revelan un flujo sanguíneo deficiente. Según la especialista en medicina vascular Deborah Hornacek, “otros signos asociados a la mala circulación incluyen dolor o debilidad muscular, sensación de pinchazos, palidez o incluso coloración azulada de la piel, y entumecimiento”.

Si bien se suele relacionar la mala circulación con el sedentarismo, existen varias causas posibles, como el embarazo, la genética o problemas cardiovasculares como el colesterol alto o la hipertensión, entre otros.

Una de las cosas que puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea es una dieta adecuada. El primer factor es reducir el consumo de sal. Los altos niveles de sal en la dieta pueden provocar retención de líquidos, lo que aumenta la presión arterial y la hinchazón.

Existen ciertos alimentos que pueden desempeñar un papel importante en la mejora de la circulación sanguínea. Se ha demostrado que estos alimentos proporcionan nutrientes que ayudan a mejorar el flujo sanguíneo y promueven la salud del corazón, algunos de ellos son la cebolla y el ajo.

La cebolla es una excelente fuente de antioxidantes flavonoides que benefician la salud del corazón. Su consumo puede mejorar la circulación al promover la dilatación de las arterias y las venas, lo que permite un mayor flujo sanguíneo, señala Healthline.

La cebolla morada es favorable para estimular la circulación sanguínea. | Foto: Getty Images

Por otro lado, el ajo, un ingrediente icónico de la cocina mediterránea, puede mejorar la función de los vasos sanguíneos, según una investigación realizada en 2017. El ajo actúa como un anticoagulante natural, ayudando a mejorar la circulación sanguínea en los vasos.

Además, “en combinación con la cebolla, estimula la circulación y reduce la viscosidad de la sangre”, indica la clínica Madrid Vascular.