El colesterol es una sustancia cerosa y parecida a la grasa que se encuentra en todas las células del cuerpo, pues se necesita para producir hormonas, vitamina D y sustancias que ayudan a digerir los alimentos, de acuerdo con Medline Plus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Además, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explicó que con el colesterol alto es posible que se formen depósitos grasos en los vasos sanguíneos y con el tiempo, estos depósitos crecen y hacen que sea más difícil que fluya suficiente sangre a través de las arterias. A veces, esos depósitos pueden romperse de repente y formar un coágulo que causa un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.

La entidad también indicó en su portal web que esta enfermedad puede heredarse o puede ser consecuencia de un estilo de vida poco saludable, como por ejemplo, comer muchas grasas dañinas. La grasa saturada se encuentra en algunas carnes, productos lácteos, chocolate, productos horneados y alimentos procesados y fritos.

Otras causas del colesterol alto son el sedentarismo, la falta de ejercicio, fumar, la obesidad, la edad y la diabetes. No obstante, el nivel alto de colesterol no tiene síntomas y la única forma de detectarlo es mediante un análisis de sangre.

Por tal razón, el portal Mejor con Salud reveló tres remedios naturales con ajo para bajar el colesterol elevado:

1. Masticar un diente de ajo crudo al día.

2. Tomar en ayunas el zumo de un limón con ocho dientes de ajo medianos crudos.

3. Envolver tres ajos en papel aluminio, introducirlos en “ un recipiente que pueda mantener una temperatura constante de entre 40 °C y 60 °C durante uno, dos o tres meses” y esperar el tiempo ya nombrado y consumir “un diente de ajo media hora antes de cada una de las tres comidas principales”.

Hay que señalar que un estudio realizado por investigadores del Instituto de Toxicología de la Universidad de Shandong (China) reveló que el ajo fue superior al placebo en la reducción de colesterol sérico total (CT) y triglicéridos (TG).

De igual manera, uno de los principales beneficios del consumo de ajo es que disminuye el riesgo de sufrir problemas de presión arterial, según un estudio publicado por la revista científica Molecular and Cellular Biochemistry.

Además, la revista médica Diabetes, Metabolic Syndrome and Obesity publicó un estudio en el que se determinó que los pacientes diabéticos que consumían ajo en ayunas para complementar su respectivo tratamiento mostraron una reducción considerable de sus niveles de glucosa.

Adicional, la revista médica Journal of Medicinal Food publicó una investigación en la que se evidencia que el ajo puede combatir los procesos de inflamación, pues incorpora elementos como el disulfuro de dialilo que sirven para tratar de manera natural la artritis.

Sin embargo, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, es importante reducir la ingesta de ajo en personas con problemas estomacales o digestivos, ya que podría llegar a producir irritación del tracto gastrointestinal.

Medline Plus también advierte que el ajo, especialmente fresco, podría aumentar el sangrado. Por ello, recomiendan dejar de tomarlo al menos dos semanas antes de un procedimiento quirúrgico. Asimismo, los pacientes sometidos a tratamiento anticoagulante deben vigilar su consumo, ya que puede elevar el riesgo de sangrado.

No obstante, al igual que con cualquier alimento que se quiera incluir en la dieta diaria, es importante consultar al médico tratante o a un nutricionista sobre cuál es la mejor manera de consumir, y si las condiciones médicas ya existentes no son un impedimento para beneficiarse de todas las propiedades del alimento ya nombrado.