El podólogo o podóloga es el especialista de la rama sanitaria que se encarga específicamente de la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación de la patología de los pies. Normalmente, estos especialistas realizan proliferaciones biomédicas en camilla y bipedestación.
Entre tanto, el portal web A Pie de Calle, indica que el podólogo puede tratar afecciones relacionadas con los pies, como los juanetes, callos, espuelas de talón, dedos en martillo, fascitis plantar, uñas encarnadas, hongos y pies planos son algunos de los problemas comunes que tratan los podólogos.
Sin embargo, existen tres casos específicos en donde se debe acudir al podólogo, según el portal web Muy Saludable de Sanitas:
1. Callos o durezas: una de las ventajas de consultar a un podólogo en estos casos es que cuenta con instrumentos adecuados para realizar los procedimientos necesarios para eliminar los cayos y durezas en los pies, especialmente. También es importante tener presente que su evaluación puede ayudar a determinar las causas, y así, evitar que se sigan produciendo.
2. Personas con diabetes o uso de sintrom: otro de los casos en los que se debe acudir al podólogo está relacionado con la diabetes y los efectos secundarios de medicamentos como el sintrom. Quienes padecen esta enfermedad suelen tener daños colaterales en las extremidades, especialmente en los pies.
3. Uñas encarnadas o infecciones: una de las consultas más frecuentes son las uñas encarnadas. Como tal, el podólogo ayudará a detectar el problema en el caso de que se deba algún tipo de calzado y cuenta con herramientas para cortar las uñas de forma que el problema se minimice. En cuanto a la bromhidrosis o mal olor de pies, el podólogo puede recomendar aspirantes y jabones especiales, u otros tratamientos adecuados.
Y por último, este especialista en salud también trata los casos de infección en los pies, como puede ser hongos en las uñas, onicomicosis, o bacterias que producen ampollas y grietas entre los dedos de los pies, el denominado pie de atleta, entre otras.
Otros casos para acudir al podólogo
- Lesiones en pies, tobillos, rodillas, o dolor en articulaciones al caminar: en caso de sufrir constantes lesiones, ya sea en los pies, tobillos o rodillas, es conveniente acudir a un podólogo, pues las razones podrían encontrarse en algún tipo de anomalía al caminar, y la evaluación de la situación puede ayudar a prevenirlas o evitarlas.
- Pies planos o cavos, dedos en garra: otra condición para acudir al podólogo es el tipo de pie cavo o plano, pues es conveniente una revisión periódica o la utilización de plantillas ortopédicas o calzado especializado. Con ello, se consigue evitar y aliviar dolores, e incluso, es posible corregir el problema. Esto mismo puede indicarse en el caso de que se tengan los dedos en martillo o con forma de garra, ya sea que se trate de un problema de nacimiento o no. Por ello, la consulta al podólogo puede ayudar a evitar molestias, además de recomendarle usar calzado adecuado para que los dedos puedan estar estirados.
- Molestias en los pies o al caminar en la tercera edad: con el paso de los años, las patologías en los pies tienden agravarse, pues surgen problemas como los juanetes, los dedos de garra o el aplanamiento del pie. Esto puede ser causado por el uso inadecuado del calzado, por lo cual un podólogo puede indicar el tratamiento a seguir.
- Pie en el deporte: al practicar cualquier tipo de deporte se realizan miles de repeticiones que causan sobrecargas en los pies. Una mala pisada puede generar alteraciones en el resto de tu cuerpo y sobre todo, si lo estás sometiendo a grandes esfuerzos como sucede en el deporte. Por ello, es importante visitar al podólogo para que indique el tratamiento correspondiente.