El cerebro, al igual que el cuerpo, se nutre de la dieta que las personas consumen y de allí la importancia de llevar una alimentación saludable y equilibrada.

Las proteínas, vitaminas y ácidos grasos son ideales para mantener un cerebro en buen estado. No incluir estos componentes en la dieta puede afectar no solo el rendimiento intelectual a corto plazo, sino la salud general del cerebro a futuro.

De acuerdo con la Escuela de Medicina de Harvard, las personas que consumen una dieta basada en verduras, frutas, pescado, fuentes vegetales de proteínas, nueces y aceites como el de oliva, son menos propensas a desarrollar demencia o deterioro cognitivo.

Un artículo publicado en la revista digital Vida Lúcida, señala que si bien las afecciones del cerebro, en su mayoría, son incurables, es posible evitar algunas cuidándose desde temprana edad y una de las formas de hacerlo es consumiendo vitaminas que son claves para fortalecerlo.

Las del grupo B, particularmente, son muy importantes y aquí se incluyen las B9, B6 y B12. Los estudios han demostrado que estas tres vitaminas actúan conjuntamente para ayudar a prevenir el deterioro mental, la demencia y la enfermedad de Alzheimer.

Un estudio de la Universidad de Oxford demostró que la ingesta conjunta de estas tres vitaminas redujo la atrofia cerebral, mejoró la función del cerebro y redujo significativamente la contracción del cerebro en la parte más afectada por la enfermedad de Alzheimer.

Vitamina B9

Esta vitamina también es conocida como ácido fólico, folacina, folato o ácido pteroil-L-glutámico. Consumir alimentos que la contengan es clave para evitar complicaciones con el cerebro. La vitamina B9 se puede encontrar el productos como las legumbres, los garbanzos o las lentejas; los vegetales que tengan hojas de color verde, como la espinaca o los guisantes; los cereales, y los frutos secos. También se pueden consumir suplementos de la misma.

Vitamina B6

También conocida como piridoxina, esta vitamina tiene características hidrosolubles, lo que quiere decir que el cuerpo la elimina a través de la orina, así que es importante agregar alimentos ricos en este componente para reponerla. Se puede encontrar en alimentos como las sardinas, el salmón, la langosta, el atún, la trucha, las nueces, las judías blancas, el plátano, la carne de cerdo, la morcilla, el aguacate, el tocino y el maíz.

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que esta vitamina es necesaria para el correcto funcionamiento de los azúcares, las grasas y las proteínas del cuerpo. También es necesaria para el desarrollo del cerebro, los nervios, la piel y muchas otras partes del cuerpo.

Vitamina B12

La cobalamina o vitamina B12 es una de las más importantes en cuanto a funciones cerebral se refiere. Puede encontrarse en productos como almejas, hígado de res, salmón ahumado, atún, cangrejo de río, langosta, camarones, cereales fortificados, carne de res, queso parmesano, huevo, pulpo, entre otros.

Según el instituto de investigaciones clínicas Mayo Clinic, la vitamina B-12 ayuda a mantener la salud de las células nerviosas y los glóbulos rojos. La deficiencia de esta vitamina, que es más frecuente en los adultos mayores y en los vegetarianos, puede causar diversos signos y síntomas, entre otros, pérdida de la memoria. En estos casos, los suplementos de vitamina B-12 ayudan a mejorar la memoria, cuando la ingesta a través de los alimentos no es suficiente.

Esta institución clínica asegura que hay estudios que sugieren que la reducción del nivel de vitamina B-12 podría estar asociada con un aumento del riesgo de demencia. Sin embargo, no se ha demostrado que los complementos de esta vitamina mejoren la función cerebral o los síntomas de la pérdida de memoria.

Aseguran los expertos de Mayo Clinic, que independientemente de su función en la memoria, la vitamina B-12 es parte fundamental de una dieta saludable.