El consumo frecuente de grasas puede acusar afectaciones y alteraciones en el funcionamiento del organismo; incluso, puede llegar a desembocar en enfermedades realmente peligrosas que afecten órganos como el corazón o el hígado, por lo que es importante mantener balanceada la ingesta de este ingrediente en la dieta diaria.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), expone en un estudio que los problemas por colesterol alto pueden llegar a convertirse en enfermedades cardiovasculares, las cuales “cobran más de 17 millones de vidas cada año en todo el mundo”. Así entonces, es importante recalcar que los triglicéridos son grasas que están inmersas en la sangre.

La organización estadounidense Mayo Clinic explica que son las calorías que el cuerpo recibe mediante los alimentos las que se convierten en triglicéridos, al parecer, cuando el cuerpo no hace uso inmediato de estas calorías estas pasan a ser triglicéridos, los cuales se almacenan en “células grasas”, así que cuando se necesita energía, el cuerpo los liberaría y así cumplirían su función.

Sin embargo, esto se puede convertir en un problema de “hipertrigliceridemia”, comúnmente conocida como triglicéridos altos, si el cuerpo no quema suficientes calorías, y se acumula esta grasa en el organismo.

Según advierte el portal, este padecimiento puede llegar a “contribuir al endurecimiento de las arterias o al engrosamiento de las paredes arteriales (arterioesclerosis), lo que aumenta el riesgo de sufrir accidente cerebrovascular, ataque cardíaco y cardiopatías. Los triglicéridos extremadamente altos también pueden causar inflamación aguda del páncreas (pancreatitis)”, por lo que es necesario tener un control de estas grasas.

Además, expresa que este padecimiento puede llegar a ser señal de enfermedades como la diabetes tipo 2; el síndrome metabólico, el cual describe como una afectación relacionada con la hipertensión arterial, obesidad e hiperglucemia; hipotiroidismo y afecciones genéticas, entre otras.

Ante este panorama, entre los tratamientos para combatir este padecimiento se establecen cambios en las rutinas diarias, y se hace un llamado a evitar ciertos alimentos. Según el portal estadounidense MedLine Plus, el dejar de fumar, limitar el consumo de alcohol, no consumir grasas saturadas, así como reducir la ingesta de azúcar y hacer ejercicio pueden ayudar a regular los niveles de esta grasa en el cuerpo.

Una buena alternativa que ayuda a reducir los niveles de triglicéridos es la mezcla de papaya y aloe vera, para el portal Gastrolab, el primer ingrediente es un diurético, que además de aumentar las defensas del organismo, también ayuda a bajar de peso y a controlar el colesterol y los triglicéridos.

Por su parte, el aloe vera, “ayuda a facilitar la digestión y alivia los problemas gastrointestinales como el estreñimiento, reflujo y gastritis”, explica el portal que también agrega los beneficios de esta planta como antiinflamatoria y calmante, es decir, que puede ayudar a disminuir los dolores presentes en el organismo.

Para el batido se necesitaría media papaya, medio litro de agua y una hoja de sábila, la cual contiene el aloe vera; la preparación sería un poco más larga de lo normal, ya que se necesitaría remojar la sábila desde la noche anterior, con el objetivo de eliminar el yodo. Luego de esto, se debe sacar el aloe vera de la penca de sábila y guardar mientras se prepara la papaya.

Entre tanto, a la fruta se le deben sacar las semillas y cortarla en cuadros pequeños para, después, licuar los ingredientes en el agua y si se prefiere, también se podría integrar endulzante al gusto, según explica el portal; después de al menos un minuto, la preparación ya estaría completa y se puede disfrutar de este jugo.