Los triglicéridos son un tipo de grasa que se encuentran en la sangre la cual proviene de alimentos, especialmente mantequilla, aceites y otras grasas que se ingieren, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Además, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explicó que un análisis de sangre puede revelar si los triglicéridos están dentro de un rango saludable:
- Normal: menos de 150 miligramos por decilitro (mg/dl), o menos de 1.7 milimoles por litro (mmol/l)
- Límite: 150 a 199 mg/dl (1,8 a 2,2 mmol/l)
- Alto: 200 a 499 mg/dl (2,3 a 5,6 mmol/L)
- Muy alto: 500 mg/dl o más (5.7 mmol/l o más)
De hecho, es importante señalar que los triglicéridos altos pueden contribuir al endurecimiento de las arterias o al engrosamiento de las paredes arteriales (arterioesclerosis), lo que aumenta el riesgo de sufrir accidente cerebrovascular, ataque cardíaco y cardiopatías.
Asimismo, los triglicéridos altos a menudo son un signo de otras afecciones que aumentan el riesgo de sufrir enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular, incluyendo la obesidad y el síndrome metabólico, un grupo de condiciones, entre ellas, demasiada grasa alrededor de la cintura, hipertensión arterial, triglicéridos altos, hiperglucemia y niveles anormales de colesterol.
Por tal razón, es importante mantener los triglicéridos en niveles saludables y el portal Mejor con Salud reveló que una forma de hacerlo es por medio del desayuno y algunas recomendaciones son:
1. Rebanada de pan de centeno con aceite de oliva virgen extra.
2. Frutos del bosque.
3. Licuado de manzana con espinaca y avena.
4. Avena.
5. Aguacates y sandía.
6. Manzanas y nueces.
7. Tomates, aceite de oliva y pan integral tostado.
Por su parte, la entidad sin ánimo de lucro también hizo algunas recomendaciones para mejorar los niveles de triglicéridos que incluyen:
1. Realizar actividad física: es importante ejercitarse al menos 30 minutos diarios, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), pues esto aumenta el flujo sanguíneo al cuerpo entero, incluso al cerebro, y ayuda a mantener la memoria activa y a reducir el colesterol. Según la OMS, las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte entre 20 % y 30 % mayor en comparación con las personas que alcanzan un nivel suficiente de actividad física.
2. Dormir bien: La mayoría de los adultos necesita de siete a nueve horas de sueño por día.
3. Reducir el consumo de azúcares: la recomendación es limitar la ingesta de azúcares libres a menos del 10 % de la ingesta calórica total de azúcares libres, que equivale a 50 gramos (o unas 12 cucharaditas rasas) en el caso de una persona con un peso corporal saludable que consuma aproximadamente 2.000 calorías al día, aunque para obtener beneficios de salud adicionales lo ideal sería un consumo inferior al 5 % de la ingesta calórica total.
4. Evitar el consumo de alcohol o beber alcohol con moderación: Para los adultos sanos, esto significa hasta una copa por día.
5. Consumir alimentos ricos en fibra: Existen dos tipos diferentes de fibra: soluble e insoluble y ambas son importantes para la salud, la digestión y la prevención de enfermedades. La fibra soluble se disuelve en agua para formar un material gelatinoso, mientras que la fibra insoluble le aporta volumen a las heces y parece ayudar a que los alimentos pasen más rápidamente a través del estómago y los intestinos.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.