Los triglicéridos son un tipo de grasa que, por lo general, proviene de alimentos, especialmente de la mantequilla, los aceites y otras grasas que se consumen a diario. También se encuentra en las calorías adicionales que no se queman; estas son aquellas que las personas ingieren, pero que el cuerpo no necesita de inmediato.

El exceso de triglicéridos en el organismo puede ocasionar problemas de salud como enfermedades cardíacas, accidentes cardiovasculares, hipertensión e hiperglucemia, así lo explicó el portal web de salud y medicina MedlinePlus.

Causas

  • Comer regularmente más calorías de las que se quema, especialmente si se consume mucha azúcar.
  • Tener sobrepeso u obesidad.
  • Fumar.
  • Abusar del consumo de alcohol.
  • Algunos medicamentos.
  • Algunos trastornos genéticos.
  • Enfermedades de la tiroides.
  • Diabetes tipo 2 mal controlada.
  • Enfermedades del hígado o renales.
Cambios en el estilo de vida, una buena alimentación y actividad física pueden ayudar a bajar los niveles de triglicéridos. | Foto: Getty Images

Según Mayo Clinic, para evitar exceder el límite de triglicéridos es necesario llevar un estilo de vida saludable. Entre los hábitos recomendados están hacer ejercicio regularmente, evitar el consumo de carbohidratos refinados, moderar la ingesta de alcohol y elegir más grasas saludables a la hora de comer.

Algunos alimentos ayudan a contrarrestar los niveles altos de grasa en la sangre y los triglicéridos. Es primordial consumir carnes magras, es decir, bajas en grasa; las más conocidas son la pechuga de pavo o pollo y los pescados azules como el salmón. Es recomendable consumir quesos, leches y yogures bajos en grasa.

Hay que evitar al máximo los azúcares simples (azúcar, miel, bebidas azucaradas y refrescos)y la fructosa que es el azúcar natural de las frutas que se incrementa cuando estás se licúan y, sobre todo, el alcohol, pues todos estos componentes aumentan la síntesis hepática de triglicéridos, así lo explicó el portal web Mundo Deportivo.

Las frutas y las verduras son indispensables a la hora de llevar una dieta sana y equilibrada. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir, como mínimo, cinco porciones de fruta al día. La Fundación Española del Corazón destaca tres tipos de frutas que pueden ayuda a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre: la ciruela, la manzana y el kiwi.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir cinco porciones de frutas y verduras al día. | Foto: Getty Images

Ciruela

La ciruela, como muchas otras frutas, ha ganado espacio y reconocimiento por parte de los consumidores gracias a sus diversas propiedades y los beneficios que aporta a la salud. Se trata de una fruta de una sola semilla que puede ser de color amarillo, verde, rojo o negro. En general es nutritiva y rica en vitaminas, destacando la C. Se caracteriza por tener un alto contenido de agua y puede ser consumida de diversas formas.

La ciruela contiene un 83 % de agua, 2 % de fibra y 11 % de hidratos de carbono, pero apenas contiene 0,2 % de grasas, según información del portal Mejor con Salud.

Manzana

Esta fruta es rica en fibra, vitamina A y C, calcio, magnesio, potasio, hierro y flavonoides. La manzana ayuda al proceso digestivo, además previene enfermedades crónicas degenerativas como la diabetes e hipertensión. La manzana es una fruta conocida por su sabor simple, pero es una de las más ricas en fibra. De 100 gramos de esta fruta, 2,4 son de pura fibra, la cual es muy importante para el funcionamiento óptimo del organismo, debido a que es la encargada de regular el tránsito intestinal y evitar el estreñimiento.

Kiwi

Este producto facilita el tránsito intestinal y evita el estreñimiento, gracias a una enzima que tiene la fruta que disuelve las proteínas y ayuda al proceso de digestión del cuerpo. Según la FDA, agencia del Gobierno de Estados Unidos responsable de la regulación de alimentos, el kiwi es un buena fuente de vitamina E y posee importantes atributos, como algunos antioxidantes. Según la agencia, la combinación de vitamina C con la vitamina E actúa contra enfermedades cancerígenas, cardíacas y fortalece el sistema inmunológico.