La tripofobia se trata del miedo irracional a imágenes u objetos que tengan agujeros o patrones repetitivos irregulares con figuras geométricas muy juntas. Esta fobia se evidencia cuando se observa un panal de abejas, un conjunto de agujeros en la piel, madera, plantas o esponjas.
De acuerdo con el portal web Tuasúde, las personas que padecen este miedo sufren malestar y manifiestan síntomas como comezón, temblores, hormigueo y repulsión al contacto con este tipo de patrones geométricos. Cuando el caso es más grave, la tripofobia puede producir náuseas, aumento de los latidos cardiacos e incluso una crisis de pánico.
Entre estos factores de tipo psicológico se encuentra la entrada en un estado de alerta y los pensamientos catastróficos, como por ejemplo que a la persona le va a dar un ataque de corazón si continúa mirando aquello que le produce tripofobia, asegura el portal Psicología y Mente.
A su vez, Vanesa Fernández, psicóloga y profesora de la Universidad Complutense de Madrid y miembro del Colegio de Psicólogos de Madrid, señala para Cuidate Plus que “una persona tripofóbica experimenta elevados niveles de ansiedad cuando se enfrenta a este tipo de situaciones, por lo que siempre trata de evitarlas o escapar de ellas. En este sentido, una de las superficies que más repulsa causa es la misma piel humana. Imaginar figuras geométricas muy juntas, especialmente hoyos, en la carne es algo muy común entre los que sufren esta fobia”.
Según varias investigaciones, las personas con esta fobia asocian de manera inconsciente los agujeros de los objetos a posibles situaciones de peligro. Por lo general, esta sensación se desencadena por la semejanza entre el aspecto de los patrones con la piel de animales venenosos.
Un estudio que se realizó por investigadores británicos en la Universidad de Essex en 2013 señala que un 15 % de los participantes padecía esta fobia; pero no es muy estudiada, de hecho, muchos expertos no llegan ni a considerarla una fobia como tal, sino más bien una cuestión de gustos.
La psiquiatra especialista en ansiedad Carol Matthews, de la Universidad de California, señala que muchas personas que leen sobre la tripofobia quedan sugestionadas por otras que dicen haber sentido reacciones de ansiedad al ver las mismas imágenes y prestan atención a sensaciones corporales que de otro modo su mente filtraría o ignoraría.
Es importante aclarar que el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM) de la Asociación Americana de Psiquiatría aún no reconoce a la tripofobia como un trastorno; sin embargo, algunos estudios comprueban la existencia de la fobia y los síntomas que provoca como condicionantes en la vida de las personas.
Tratamiento para la tripofobia
Tuasaúde asegura que existen varias formas de tratar esta fobia y la desensibilización sistemática es la terapia más eficaz. Este tratamiento ayuda a controlar el miedo, a través del cambio de respuesta ante el estímulo causante de la respuesta desproporcionada, “por lo que se debe acudir con un especialista en el tema, ya que se debe tener precaución de no producir un nuevo trauma o acrecentar el miedo que ya se presentaba”.
Cabe mencionar que esta terapia puede acompañarse con otras técnicas que ayuden a reducir la ansiedad y tratara este medio, como:
- Tratamiento farmacólogo: se ha demostrado que es poco eficaz para superar las fobias específicas; sin embargo, existe algunas circunstancias en las que puede resultar útil, sobre todo si la tripofobia se solapa con otras alteraciones psicológicas.
- Tratamiento psicológico: por lo general, las fobias específicas se tratan principalmente mediante procedimientos de exposición, que consisten en afrontar aquello que nos provoca miedo, ansiedad o asco y nos impulsa a escapar. Este proceso se trata de un procedimiento en el que la persona va poco a poco ganando autonomía.