La tuberculosis es una enfermedad infecciosa y potencialmente seria que afecta principalmente los pulmones. La bacteria que la causa se contagia de persona a persona a través de pequeñas gotitas diseminadas en el aire al toser o estornudar, de acuerdo con Mayo Clinic.

Asimismo, aunque la tuberculosis es contagiosa, no es fácil contraerla y es mucho más probable que una persona se contagie de tuberculosis de una persona con la quien vive o trabaja que de un desconocido. La mayoría de la gente con tuberculosis activa, que se ha hecho un tratamiento apropiado con medicamentos por al menos dos semanas, ya no es contagiosa.

Los signos y síntomas de la tuberculosis activa incluyen:

  • Dolor en el pecho o dolor al respirar o toser.
  • Pérdida de peso involuntaria.
Pulmones | Foto: Getty Images
  • Fatiga.
  • Sudoraciones nocturnas.
  • Escalofríos.
  • Pérdida del apetito.

Sin embargo, después de exámenes los médicos distinguirán entre:

  • La tuberculosis latente. Una persona está infectada de tuberculosis, pero la bacteria en el organismo está en estado inactivo y no presenta síntomas. La tuberculosis latente, también llamada tuberculosis inactiva o infección por tuberculosis, no es contagiosa. La tuberculosis latente se puede convertir en tuberculosis activa, por lo que el tratamiento es importante.
  • La tuberculosis activa. También llamada enfermedad de tuberculosis, esta afección enferma y, en la mayoría de los casos, puede contagiarse a otras personas. Puede manifestarse semanas o años después de la infección por la bacteria de la tuberculosis.

La entidad sin ánimo de lucro también explicó que la tuberculosis puede afectar igualmente otras partes del cuerpo, incluidos los riñones, la columna vertebral o el cerebro.

Cuando la tuberculosis se produce fuera de los pulmones, los signos y síntomas varían de acuerdo con los órganos afectados. Por ejemplo, la tuberculosis de la columna vertebral puede provocar dolor en la espalda y la tuberculosis en los riñones puede causar sangre en la orina.

Además, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan que las personas con un riesgo más alto de tuberculosis se hagan una prueba de detección de infección tuberculosa latente. Esta recomendación comprende a personas que:

  • Usan medicamentos intravenosos.
  • Están en contacto con personas infectadas.
  • Son de un país donde la tuberculosis es común, como varios países de América Latina, África y Asia.
  • Viven o trabajan en zonas donde la tuberculosis es común, como las cárceles o los asilos de ancianos y convalecientes.
  • Trabajan en la atención médica y tratan personas con alto riesgo de tuberculosis.
  • Tienen niños que están expuestos a adultos con riesgo de tuberculosis.

No obstante, también hay otros factores que pueden aumentar el riesgo de padecer la enfermedad, como por ejemplo:

  • Consumo de sustancias. Las sustancias intravenosas o el consumo excesivo de alcohol debilitan el sistema inmunitario y lo hacen más vulnerable a la tuberculosis.
  • Trabajar en atención médica. El contacto regular con personas enfermas aumenta las probabilidades de exposición a la bacteria de la tuberculosis. Usar una mascarilla y lavarse las manos con frecuencia reduce en gran medida el riesgo.
  • Vivir o trabajar en un centro de cuidados residenciales. Las personas que trabajan o viven en cárceles, refugios para personas sin hogar, hospitales psiquiátricos o asilos de ancianos y convalecientes tienen un alto riesgo de contraer tuberculosis debido al hacinamiento y la mala ventilación.
  • Vivir con alguien infectado con tuberculosis. El contacto cercano con alguien que tiene tuberculosis aumenta el riesgo.

En consecuencia, si una persona tiene tuberculosis, los medicamentos exactos y la duración del tratamiento dependen de la edad, estado general de salud, posible resistencia a los medicamentos y dónde se encuentra la infección en el cuerpo.