El Día Mundial de la Tuberculosis, se conmemora cada 24 de marzo, por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció la prórroga de la iniciativa emblemática del Director General de la OMS sobre la tuberculosis durante el periodo comprendido entre 2023 y 2027, con el fin de acelerar los progresos hacia el fin de la tuberculosis y el logro de la cobertura sanitaria universal para 2030.
Esto, debido a que la tuberculosis sigue siendo una de las principales causas infecciosas de muerte en todo el mundo, ya que provoca 1,6 millones de muertes al año y afecta a millones más de personas, además de repercutir enormemente en las familias y comunidades, según la OMS.
La pandemia de Covid-19, unida a crisis actuales como los conflictos armados, la inseguridad alimentaria, el cambio climático y la inestabilidad política y económica, ha revertido años de avances en la lucha contra la tuberculosis.
El año pasado, por primera vez en casi dos décadas, la OMS informó de un aumento del número de personas que habían contraído la tuberculosis y la tuberculosis farmacorresistente, junto con un aumento de las muertes.
Al respecto, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, expresó que “la tuberculosis es prevenible, tratable y curable y, sin embargo, esta lacra ancestral que aqueja a la humanidad desde hace milenios sigue causando sufrimiento y muerte a millones de personas cada año”.
El organismo se ha comprometido a apoyar a los países para que intensifiquen su respuesta, ampliando el acceso a los servicios de prevención, detección y tratamiento de la tuberculosis como parte de su camino hacia la cobertura sanitaria universal, y para que refuercen sus defensas contra las epidemias y pandemias.
La iniciativa emblemática del Director General de la OMS sobre la tuberculosis se basa en los progresos realizados y las enseñanzas extraídas de 2018-2022. Su objetivo es ampliar la prestación de una atención de calidad a las personas que viven con tuberculosis mediante un acceso equitativo a las pruebas diagnósticas rápidas recomendadas por la OMS, un tratamiento totalmente oral más corto para la infección y la enfermedad, un mayor acceso a la protección social y otras innovaciones, como herramientas digitales para la salud.
Desarrollo de nuevas vacunas
Además, destaca la necesidad de incrementar las inversiones nacionales e internacionales en servicios, investigación e innovación en materia de tuberculosis, especialmente en el desarrollo de nuevas vacunas.
Y pide que los servicios y programas de tuberculosis, especialmente en países con una elevada carga de la enfermedad, sean reconocidos como un componente esencial de los sistemas de salud, y que se refuerce la atención primaria y la preparación y respuesta ante pandemias.
Sumado a ello, tiene como objetivo impulsar la acción multisectorial y la rendición de cuentas para hacer frente a los principales factores de la epidemia de tuberculosis: pobreza, subalimentación, diabetes, VIH, consumo de tabaco y alcohol, y malas condiciones de vida y de trabajo, entre otros.
Y la ampliación de su alcance es muy necesaria y oportuna ahora que los asociados internacionales se preparan para la próxima reunión de alto nivel de las Naciones Unidas sobre la tuberculosis.
Este año, el lema del Día Mundial de la Tuberculosis es ‘¡Sí, podemos poner fin a la tuberculosis!’, con el objetivo de promover el optimismo y el liderazgo de alto nivel, el aumento de las inversiones, la rápida adopción de las nuevas recomendaciones de la OMS y el fortalecimiento de las alianzas multisectoriales para combatir la epidemia de tuberculosis.
La tuberculosis farmacorresistente sigue siendo un problema acuciante de salud pública que afecta significativamente a las personas con tuberculosis, las comunidades y los sistemas de salud de todo el mundo. En 2021, casi medio millón de personas enfermaron de tuberculosis multirresistente o resistente a la rifampicina (TB-MR/TB-RR), y solo una de cada tres accedió al tratamiento.
*Con información de Europa Press.