Una investigación que incluyó a 300 voluntarios, encontró que aquellos que beben un vaso de jugo de remolacha al día fueron menos propensos a sufrir un infarto y otras afecciones, como angina de pecho, es decir, dolor a causa de un menor flujo de sangre al corazón, informó Daily Telegraph, de Londres.
Para los científicos involucrados en el ensayo, los nitratos presentes en la remolacha ayudan a mantener los vasos sanguíneos abiertos y se sabe que ello aminora el riesgo de enfermedades cardíacas.
El estudio buscó pacientes que tuvieran un stent en su sistema, es decir, una malla de alambre en forma de tubo que se usa para mantener abiertas las arterías y venas.
A ellos se les pidió que se tomarán 70 mililitros de jugo de remolacha al día durante seis meses, aunque a la mitad del grupo se le suministró en realidad un placebo que no contenía los nitratos clave en las conclusiones del estudio.
Durante los siguientes dos años, relató Telegraph, 16 por ciento de los pacientes que no tomaron el zumo con nitrato sufrieron incidentes de salud serios, como ataques al corazón y apoplejías, en tanto que otros requirieron otros procedimientos.
Por su parte, de los que sí tomaron el jugo con los nitratos, solo 7,5 por ciento presentaron complicaciones relacionadas con el sistema cardiovascular.
Al ser medidos, los vasos de los que bebieron el placebo resultaron 50 por ciento más estrechos que aquellos que bebieron el jugo de remolacha auténtico.
Pero, ¿cómo se podría aplicar esto en la vida real?
Miembros del personal médico del St. Bartholomew’s Hospital y de la Queen Mary University (ambos en Londres), quienes adelantaron la investigación, le dijeron a Telegraph que esperan que el jugo de remolacha les sea prescrito a los pacientes que se recuperan de una cirugía de colocación de stent.
Al parecer, así será, dado el interés mostrado por National Institute for Health and Care Research y British Heart Foundation, que financiaron el proyecto, en vista de sus resultados “alentadores”, como los llamó el doctor Krishnaraj Rathod, líder del estudio.
“Ahora llevaremos la investigación a la siguiente etapa con la esperanza de que, pronto, los doctores puedan recetar el jugo y así asegurar que los stents duren más y puedan brindar un alivio más efectivo”.
Por su parte, el doctor James Leiper, de British Heart Foundation, le corroboró al diario londinense que los stents sigue siendo una de las formas más efectivas de luchar contra las enfermedades coronarias, pero todavía hay mucho por hacer para mejorarlo.
“Cada año, miles de pacientes se someten al estrés de este procedimiento médico más de una vez antes de que resulte exitoso. Este pequeño estudio (por los efectos de la remolacha en los vasos sanguíneos) ofrece la posibilidad de que eso pueda prevenirse”, afirmó Leiper.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, las enfermedades cardíacas siguen siendo la principal causa de muerte en todo el continente.
Asimismo, la red NCD Risk Factor Collaboration afirma que 28 por ciento de las mujeres y el 43 por ciento por ciento de los hombres desconocen su condición de hipertensos, que es una condición de riesgo para estas afecciones.