El más reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por el Día Mundial de la Diabetes reveló que una de cada dos personas que necesitan insulina para la diabetes de tipo 2 no recibe este medicamento esencial. Para más de 60 millones de personas con diabetes de tipo 2, la insulina es esencial para reducir el riesgo de insuficiencia renal, ceguera y amputación de miembros inferiores.
“Los científicos que descubrieron la insulina hace 100 años se negaron a beneficiarse de su descubrimiento y vendieron la patente por un solo dólar [...] Desgraciadamente, ese gesto de solidaridad ha sido superado por un negocio multimillonario que ha creado enormes brechas de acceso. La OMS está trabajando con los países y los fabricantes para cerrar esas brechas y ampliar el acceso para todos los que lo necesitan a este medicamento que salva vidas”, dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Hay que señalar que la OMS reveló que la diabetes sacarina de tipo 2 se debe a que el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce, mientras que la diabetes sacarina de tipo 1 se caracteriza por una producción deficiente de insulina y requiere la administración diaria de esta hormona.
De acuerdo con el Grupo Sanitas de España, lo recomendable es que la glucemia se mida al levantarse por la mañana y antes del desayuno, y se considera normal si los niveles de glucosa se sitúan entre los 70 y 100 mg/dl en ayunas y en menos de 140 mg/dl dos horas después de cada comida.
Cuando el metabolismo de la insulina no funciona correctamente, las células de los tejidos dejan de asimilar correctamente la glucosa y esta se acumula en la sangre. La voz de alarma debe saltar cuando los niveles de glucosa en sangre estando en ayunas se sitúan entre 100 y 125 mg/dl y después de comer entre los 140 y los 199 mg/dl.
Por tal razón, Por tal razón, Mayo Clinic, una entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señaló que algunos de los signos y síntomas de la diabetes tipo 1 y tipo 2 son:
- Aumento de la sed.
- Micción frecuente.
- Hambre extrema.
- Pérdida de peso sin causa aparente.
- Presencia de cetonas en la orina (las cetonas son un subproducto de la descomposición de músculo y grasa que ocurre cuando no hay suficiente insulina disponible).
- Fatiga.
- Irritabilidad.
- Visión borrosa.
- Llagas que tardan en cicatrizar.
- Infecciones frecuentes, como infecciones en las encías o en la piel, e infecciones vaginales.
Además, se ha demostrado que existen algunas medidas simples relacionadas con los hábitos que previenen eficazmente o que retrasan la aparición de la diabetes de tipo 2 y para ayudar a prevenir este tipo de diabetes y sus complicaciones se deben seguir estas conductas, según la OMS:
- realizar al menos 30 minutos de actividad física de intensidad moderada la mayoría de los días. No obstante, para controlar el peso puede ser necesario aumentar la intensidad;
- tomar una alimentación saludable, sin azúcar ni grasas saturadas; y
Sobre la misma línea, hay que tener presente que algunos de los alimentos que suben la insulina en la sangre son: chocolates, caramelos, mermeladas, miel, helados, gaseosas, alcohol, galletas dulces, comida rápida, harina de trigo refinada, cereales azucarados, entre otros.
“La diabetes se ha convertido en una de las mayores amenazas para la salud pública en las Américas[...] Hemos intensificado nuestros esfuerzos para mejorar el diagnóstico y el tratamiento de la diabetes, lo que incluye la promoción del uso del Fondo Estratégico para poner la insulina a disposición de personas y comunidades que de otro modo no tendrían acceso”, dijo el director del Departamento de Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Anselm Hennis.