Desde hace cuatro años, la Agencia de Exploración Espacial japonesa (Jaxa) está embarcada en una misión para extraer muestras de un asteroide llamado Ryugu, muy antiguo y que data de la formación del sistema solar. El objetivo: "comprender mejor la formación del sistema solar y la aparición de la vida en la tierra". Este jueves, la aventura vivirá su punto culminante cuando una sonda espacial llamada Hayabusa2 se pose en un cráter creado artificalmente en ese cuerpo celeste para recolectar muestras de polvo de su subsuelo. Lo último que se ha sabido es que la Jaxa había dado instrucciones de iniciar el descenso. Sugerimos leer: La NASA anuncia que abrirá su Estación Espacial Internacional al turismo en 2020 La misión, que tiene un costo de alrededor de 30.000 millones de yenes (270 millones de dólares), arrancó el 3 de diciembre de 2014, cuando la sonda inició un periplo de 3.200 millones de kilómetros para llegar hasta Ryugu, que está a una distancia promedio de 340 millones de kilómetros de la Tierra. La diferencia de los datos se debe a que es imposible llegar hasta allá en línea recta. Hayabusa2 lanzó un "impactador" que provocó una explosión cerca del asteroide y generó un gran cráter. El viaje se tomó tres años y diez meses para llegar a su destino. En junio de 2018, la sonda finalmente se estabilizó cerca de Ryugu, un asteroide de 900 metros de diámetro, y en octubre Mascot, un pequeño robot franco-alemán, que venía en ella, bajó hasta la superficie y trabajó durante más de 17 horas para analizar la composición de este cuerpo rocoso y primitivo. En abril de este año, y en un segundo paso de la misión, Hayabusa2 lanzó un "impactador" que provocó una explosión cerca del asteroide y generó un gran cráter. El mismo a donde la sonda llegará este jueves. Puede interesarle: Cómo es Titán, el satélite de Saturno que es lo más parecido a la Tierra que existe en el Sistema Solar Las fotos tomadas del cráter dejan ver una materia polvorienta "claramente diferente". "Estoy impaciente por analizarla" confió Makoto Yoshikawa, un responsable de la misión de la Jaxa. Como esta, hay varias misiones en todo el mundo para explorar los asteroides y entender de qué están compuestos. Se cree que Ryugu cuenta con grandes cantidades de materia orgánica y agua de hace unos 4.600 millones de años, cuando se formó el sistema solar. "Será el segundo aterrizaje, pero eso no cambia nada; que sea el primero o el segundo, siempre es un reto" advirtió Yuichi Tsuda, otro responsable del proyecto. En febrero, Hayabusa2 ya logró posarse brevemente sobre el asteroide Ryugu para recolectar polvo de su superficie, pero este segundo intento de aterrizaje representa un riesgo mayor: el de un accidente o el de la pérdida de las pruebas de superficie ya recogidas durante toda la misión. Si todo sale bien, la sonda regresará a la tierra el próximo año. Puede interesarle también: China consigue que brote la primera planta en la Luna Como esta, hay varias misiones en todo el mundo para explorar los asteroides y entender, un poco más, de qué están compuestos. La agencia japonesa, por ejemplo, ya había enviado antes una misión similar (Hayabusa1) hacia el asteroide Itokawa, y la sonda estadounidense Osiris-Rex de la Nasa se halla actualmente en el entorno del asteroide Bennu, de solamente 490 metros de diámetro. Cuando estas sondas regresen y el material sea analizado por los científicos, seguramente se sabrá si todos estos esfuerzos valieron la pena. * Con información de AFP