Uno de los problemas más frecuentes para las personas que desean lucir sus manos con una manicura impecable es lograr que las uñas no estén débiles y no se quiebren fácilmente al hacer cualquier actividad.

Por ese motivo, es importante seguir algunos consejos que pueden fortalecerlas y decirles adiós a las uñas quebradizas. De acuerdo con Isdin, empresa dedicada al comercio de productos farmacéuticos medicinales cosméticos, uno de los cuidados principales de esta estructura protectora del cuerpo consiste en prestarle atención al modo de uso de la acetona.

Quienes utilizan quitaesmalte con acetona deben ser precavidos de no tener esta sustancia por mucho tiempo sobre la uña, por lo que lo más recomendable para limpiar el esmalte es utilizar un algodón que contenga solo la cantidad necesaria.

Según la compañía experta, la acetona puede provocar la deshidratación de las uñas, haciéndolas más frágiles a largo plazo, por lo que lo más apropiado en los casos de debilidad extrema es utilizar productos sin acetona.

En el mismo sentido, a la hora de arreglar las uñas, utilizar una lima dura puede ser muy agresivo, motivo por el que el mejor aliado es una lima suave que, además de ayudar a darles forma, las protejan. La experta en uñas Ioana Cristescu —citada por Europa Press— indica que, a la hora de limar, se debe hacerlo suavemente para evitar la aparición de grietas que provoquen la rotura de la uña. En la medida de lo posible, deben evitarse también las limas metálicas. Según la conocedora, las que sí se pueden utilizar son las limas de cristal o de fibras naturales.

Por otro lado, al igual que el cabello y la piel, las uñas necesitan mantenerse hidratadas. Para ello, después de cortar y limar, se pueden remojar durante unos minutos en agua tibia con unas gotas de aceite de oliva, que favorecerá que las cutículas se reblandezcan y los dedos se hidraten.

“Cada vez que te hagas la manicura, dedica 15 minutos más a hidratar tus uñas. Puede parecer un esfuerzo en este momento, pero los resultados a largo plazo serán increíbles. Es suficiente si haces esto dos o tres veces al mes”, explica Ioana.

Hidratación de uñas | Foto: Getty Images

Para ello, también se puede poner agua tibia en un vaso pequeño, el zumo de medio limón y una cucharadita de bicarbonato de sodio, mezclar y sumergir las uñas en esta composición cinco minutos, enjuagarlas bien, masajear cada uña con una gota de aceite nutritivo de almendras, argán o jojoba, y dejar actuar durante 10 minutos.

Ahora bien, es importante que de vez en cuando se les dé un respiro a las uñas y no se les aplique ningún esmalte y solo se protejan con productos naturales.

“Si tienes una pared en casa que se está descascarando, dañada y seca, no la vas a pintar porque se acabará de pelar y puede que termine cayéndose. Tus uñas son como esa pared: si tienes unas uñas bien hidratadas y lisas, tanto tu esmalte y tus uñas estarán perfectos”, explica la revista Elle, especialista en moda, belleza y salud.

Por último, quienes usan esmalte todo el tiempo deben ser precavidos de usar un producto de buena calidad, que además de darle una apariencia agradable a las uñas, ayude a mantener su flexibilidad y fuerza, así como les brinde protección de los factores externos que puedan debilitarlas, como exceso de productos químicos, calor excesivo, humedad, entre otros.