Las semillas de chía son famosas por sus importantes nutrientes que le generan beneficios al organismo, pero expertos de la Universidad de Harvard hacen una advertencia sobre su consumo.
Según los investigadores de la prestigiosa universidad, “las semillas de chía contienen varios componentes que, cuando se consumen como parte de una dieta equilibrada rica en plantas, pueden prevenir el desarrollo de diversas enfermedades crónicas”, en palabras recogidas por el portal Urgente 24.
El estudio de Harvard se dio cuando se conoció un “caso que fue presentado en 2014 directamente en la Reunión Científica Anual del Colegio Estadounidense de Gastroenterología”.
El informe destaca que una persona comió la chía y tomaba un vaso con agua, pero “las semillas rápidamente se expandieron en órganos como el esfófago. Esto generó un bloqueo que ameritó una visita urgente al hospital”, destacó La mansión de las ideas.
Luego de analizar las dificultades que sufrió el paciente por haber consumido chia de forma ‘indebida’, los especialistas en nutrición de la Universidad de Harvard se atrevieron a dar estas recomendaciones:
- Es importante evitar comer estas semillas secas y solas.
- Consumir este superalimento después de ser remojados en cualquier líquido.
- Servir las semillas en un alimento húmedo como el yogurt y avena al momento de comerlas.
- Evitar o restringir el consumo de este popular alimento en pacientes con disfagia. Esta enfermedad está asociada a las dificultades para tragar o a cualquier otro padecimiento de índole digestivo.
Los expertos de Harvard recomendan consumir las semillas de chía de la siguiente manera.
- Introducir 1/4 taza de estas semillas en líquido. Remover un poco y cubrir completamente.
- Dejar que las chias reposen dentro del agua por un lapso de tiempo de hasta 20 minutos o hasta que adquiera una textura gelatinosa.
- Dejarlas en el refrigerador por una semana.
- Añadir un poco de este alimentos a las sopas o licuados, con la intención de maximizar su valor nutritivo. Además, estará adquiriendo una consistencia mucho más blanda, lo que resulta indispensable para el organismo.
Además de las recomendaciones de la universidad de Harvard, el portal unCOMO señala que “la chía está contraindicada para pacientes con determinadas condiciones intestinales y estomacales, por eso no se recomienda en casos de:
- Diarreas frecuentes, pues se trata de un alimento muy rico en fibra.
- Justamente por su cantidad de fibra, los pacientes con diverticulosis, colon irritable que presentan diarreas frecuentes, quienes padecen oclusiones intestinales y también las personas operadas del colon o el estómago recientemente deben evitar este alimento.
Otra recomendación es para las personas alérgicas a los frutos secos y las semillas, pues deben consumir las semillas de chía “en una pequeña cantidad antes de ingerirla con frecuencia”, advierte unCOMO, que explica que “existe la posibilidad de que también puedan presentar reacciones alérgicas a esta semilla”, cuando se comienza con una ingesta abundante de la chía.
Una buena opción es remojar la chía antes de usarla en cualquier preparación, “de este modo la semilla absorberá el líquido del agua en el que sea remojada, evitando que se expanda en el estómago o en la zona del esófago”, recalcó el portal unCOMO, que aclaró que estas recomendaciones las hace de forma informativa, y aconseja consultar al médico “en caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar”.
La nutricionista deportiva Alegría Valdez explica que la chía es una gran fuente de fibra, en palabras recogidas por El Universal, además, la especialista explica que “el consumo de fibra recomendado está entre los 15 y 30 gramos diarios”.
Otra especialista citada por El Universal, la nutricionista Francisca Cifuentes, señala que para evitar dolencias como “el ardor estomacal o la gastritis se recomienda no consumir la chía cruda”, asimismo aconseja que “las semillas deben estar en remojo previo durante unos 10 minutos”.