Según cifras de la Cámara de Comercio, en Colombia se producen alrededor de 45.000 toneladas de fresa al año y cada vez más familias campesinas viven más de este cultivo. Sin embargo, esta fruta tiene un enemigo que puede causar grandes pérdidas económicas. Se trata de la Botrytis, un hongo patógeno que crece como un espeso moho gris sobre la fruta.Actualmente, existen varios mecanismos para combatir la Botrytis, entre ellos, el uso de productos agroquímicos que por su toxicidad y alto consumo de agua son perjudiciales para el medioambiente. Con el fin de solucionar este problema, AYNI un grupo de la Universidad Nacional dedicado a estudiar las abejas, encontró una solución. Su líder, la microbióloga Judith Figueroa, amante de estos pequeños animales, concibió un método revolucionario e ingenioso para luchar contra la Botrytis.Le puede interesar: El azúcar podría sustituir los antibióticos en animalesLuego de varios estudios, Figueroa y su equipo encontraron que otro hongo, el Trichoderma, podía atacar la Botrytis y proteger el cultivo de la fresa. Pero este descubrimiento no fue el gran aporte de AYNI para salvar esta fruta. Lo interesante fue la manera que idearon para esparcir el Trichoderma: “utilizamos las abejas para que se impregnen de Trichoderma al salir de la colmena. Cuando ellas van a buscar alimentos en las flores de la fresa dejan el hongo y así se comienza a controlar la enfermedad”, dice Andrés Sánchez, zootecnista y miembro fundador de AYNI.Con esto se logra, en principio, la erradicación de la Botrytis y en segundo lugar, que las abejas polinicen los cultivos. Al mejorar la polinización se contribuye a que los frutos sean más grandes y menos deformes. Por otro lado, se busca reducir el impacto de los productos químicos y aumentar la productividad. Este proyecto, cuenta con el apoyo de Colciencias y la financiación del Corredor Tecnológico de Bogotá y Cundinamarca, y se encuentra en su fase piloto con productores de fresa pertenecientes a tres asociaciones en los municipios de Guasca, Agregua, y Sibaté, Cundinamarca.Con cada asociación, AYNI tiene una unidad productiva de fresas en la que se utilizan las abejas para valorar los resultados de este método en las condiciones de un cultivo comercial. Adicionalmente, cuentan con un cultivo en el Centro de Tecnología Agropecuaria que pertenece al Sena de Mosquera, en el que tienen control de todas las variables para conseguir la información estadística del proyecto.“La idea es llevar esta iniciativa a otros cultivos e involucrar otros microorganismos. Lo que ha pasado en el mundo es que una vez se validan los dispositivos inician investigaciones para encontrar microorganismos nativos que combatan otras plagas”, afirma Andrés Sánchez sobre el futuro de este proyecto.Podría interesarse en: Concurso que promueve el uso sostenible de la biodiversidadAYNI también busca generar conciencia en los agricultores colombianos de la importancia que tienen las abejas en la seguridad alimentaria del país. “En Colombia la gente asocia las abejas con miel, polen o propóleo y realmente las abejas son importantes por el tema de la polinización”. Una tercera parte de los alimentos que consume la humanidad son posibles gracias al papel polinizador de las abejas.Y es que el problema de la extinción de las abejas por el uso de químicos industriales en el sector agropecuario es real y amenaza con poner en serios aprietos alimentarios a la humanidad. Las cifras de mortandad de abejas en Europa y Estados Unidos son alarmantes. En Colombia también ha habido reportes de muertes de abejas por agroquímicos. El peligro que esto representa son los impactos que tiene en la producción de alimento.Por eso, en la búsqueda para que el agricultor utilice soluciones biológicas, AYNI ha generado líneas de abejas con una mansedumbre alta, es decir, que no son agresivas. Hoy, tienen colmenas en los cultivos con los agricultores y no han tenido ningún problema hasta el momento.Esta iniciativa también se ha intentado en países como Canadá en cabeza del profesor Peter Sheridan, quien visitará Colombia en noviembre de este año para trabajar en el proyecto del grupo AYNI.