Los electrodomésticos han sido un invento del ser humano que buscan cubrir o dar una solución oportuna a una necesidad del diario vivir, como lo es calentar alimentos. Usualmente, el aparato que más se utiliza es la estufa, pero su competidor es el horno microondas, debido a que en poco tiempo la comida se calienta en el mismo envase en la que es servida.

Respecto al horno, existen imaginarios en relación con los efectos que se producen en el organismo, si se le da un uso constante. Teniendo en cuenta los datos del portal Business Insider, las dudas sobre las consecuencias de utilizar el horno microondas son una constante en las personas, y uno de los principales temores es la exposición de los alimentos a la radiación.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), si se le da un uso adecuado a este electrodoméstico no hay riesgos.

“Cuando se usan de acuerdo con las instrucciones del fabricante, los hornos microondas son seguros y convenientes para calentar y cocinar una variedad de alimentos”, dice el organismo mundial.

Para los conocedores del tema, siempre y cuando el horno esté en buen estado, sus ondas quedan contenidas en su interior. Lo más recomendable es mantener este aparato limpio, evitar que se oxide y asegurarse de que no tenga fugas.

Es el principal competidor de la estufa.

Por otro lado, el portal de buenos hábitos Mejor con salud indica que uno de los efectos negativos del microondas son los lixiviados, entendidos como “un procedimiento mecánico de separación de una o varias sustancias que se encuentran en una matriz sólida”.

Debido a la lixiviación, se dice que existe la creencia de que algunos de los materiales de los recipientes con los que se calienta la comida liberan sustancias químicas que, en el peor de los casos, puede generar impactos irreversibles para la salud.

En términos puntuales, el mencionado sitio web de salud menciona a la sustancia Bisfenol A (BPA), “un monómero comúnmente utilizado en la producción de diversos tipos de plásticos”. En adición, varias investigaciones estiman que dicha sustancia está relacionada con afecciones como obesidad, diabetes, cáncer, entre otras. No obstante, la ciencia sigue comprobando este tipo de suposiciones.

En la lista de creencias, también existe la cuestión acerca de la pérdida de los nutrientes de los alimentos que ingresan al horno microondas. En este punto, Business Insider dice que esto depende de la forma en la que la comida se cocina.

En ese sentido, los expertos detallan que vitaminas como A, D, K y E, podrían disminuir al exponerse al calor de la herramienta de cocina. Sin embargo, esto dependería del tiempo en el que una persona pone a calentar su comida, pues si es poco no hay pérdidas significativas.

Así mismo, un estudio publicado en Emerald Insight, base de datos de revistas, libros y estudios de caso, logró determinar que el microondas es el método que conlleva a menor pérdida de vitamina C en vegetales verdes.

Por su parte, La Vanguardia no está de acuerdo con estos aportes vinculados al valor nutricional, puesto que es un proceso natural en el que se ausentan algunas vitaminas y minerales, como suele pasar en cualquier método de cocción.

Para finalizar, aunque no tiene que ver con la salud, se afirma que lo que sí sucede es que si se utiliza el microondas como forma de cocción su preparación no es homogénea. Antes que nada, se sabe que el tiempo de cocción de un alimento depende de la composición del mismo. Lo que posiblemente no se debería decir es que un producto queda igual tanto en el horno como en la estufa.

Según expertos en cocina, como Laila Badal, “si freímos sardinas en una sartén, el calor llega a todo el pescado de manera homogénea porque está en contacto con el fuego, pero en el microondas la energía puede actuar más rápido en algunas zonas del alimento dependiendo de su composición”, publicó La Vanguardia.