A diario avanza la carrera por encontrar una vacuna o una cura eficaz contra el coronavirus alrededor del mundo a pesar de los rebrotes que se han registrado en las últimas semanas en distintos países y de la preocupante cifra de muertos que ha dejado la pandemia: según la Organización Mundial de la Salud (OMS), llegó a los 1.002.036 fallecimientos.
No obstante, las autoridades sanitarias han advertido que, hasta el momento, los únicos métodos de protección conocidos contra la covid-19 son los protocolos de bioseguridad y autocuidado, tales como el uso obligatorio del tapabocas, el frecuente lavado de manos con abundante agua y jabón, la desinfección constante con alcohol y gel antibacterial, y el distanciamiento físico.
De hecho, algunas personas han optado por utilizar gafas protectoras o una careta para cubrir sus ojos y aún más su nariz y boca, zonas en las que el riesgo de contagio es mayor por la inevitable transmisión del coronavirus a través de partículas virales. Y resulta que, de acuerdo con un grupo de investigadores chinos, usar anteojos sí podría ser una eficiente protección contra la pandemia de la covid-19.
Así lo reveló un estudio practicado en un hospital de la ciudad de Suizhou, en China, en donde se recibieron a 276 pacientes con coronavirus, de los cuales, según los investigadores, menos del 6 por ciento padecían miopía, lo que los obligaba a utilizar gafas ya fuera de manera permanente o por más de ocho horas al día.
Además, 14 de estas personas padecían presbicia. La edad media era de 33 años y “sus síntomas, enfermedad subyacente y gravedad de covid-19 no fueron significativamente diferentes de los de otros pacientes”.
Por ese motivo, en el estudio publicado en la revista médica JAMA Ophthalmology se concluyó que desde que estalló el brote de la pandemia en Wuhan en diciembre de 2019 fue evidente que “se admitieron pocos pacientes con anteojos”, e infectados por la covid-19, en la sala del hospital. Si bien es cierto que es muy pronto para sacar conclusiones, esta “podría ser una evidencia preliminar de que quienes usan gafas con cotidianidad son menos susceptibles a contagiarse de la covid-19”.
Incluso, los investigadores chinos plantearon la hipótesis de que “los anteojos evitan o desalientan a los usuarios de tocarse los ojos, evitando así la transferencia del virus de las manos a los ojos” e indicaron en el mismo estudio que, de acuerdo con las estadísticas disponibles, “casi del 1 por ciento al 12 por ciento de los pacientes con coronavirus tienen manifestaciones oculares”.
“Para los usuarios de gafas, los anteojos puede convertirse en un factor de protección, lo que reduce el riesgo de transferencia de virus a los ojos y hace que estas personas a largo plazo rara vez se infecten con covid-19”, reveló el documento.