Con el inicio de la temporada de vacaciones de mitad de año en el país, muchos niños y jóvenes hacen una pausa académica para disfrutar de tiempo en familia en diferentes regiones de Colombia. Un espacio que permite la realización de distintas actividades para el disfrute de los más pequeños del hogar.

Pero, también durante este periodo, algunos jóvenes, niños y también padres de familia, dejan a un lado los hábitos de alimentación saludable, lo que genera en gran parte enfermedades gastrointestinales a corto plazo y otro tipo de situaciones de salud desfavorables en la edad adulta.

Es importante entender que dicha población, niños y jóvenes, son fácilmente influenciables para bien o para mal; de ahí la importancia del papel de la educación y de la comunidad académica porque es ahí, en donde se les debe enseñar la diferencia entre un alimento saludable y un alimento que no lo es. | Foto: Getty Images

Pero, ¿qué son los hábitos de alimentación saludable y cuál es su importancia?

Según la doctora Liliana Rojas, médica cirujana y docente del área de estilos de vida saludables y nutrición en la Fundación Universitaria Juan N Corpas, “nutrirse bien implica tener una alimentación que pueda proveer las calorías que se necesitan para un metabolismo diario, que estas calorías provengan de grupos variados de alimentos llámese proteínas, carbohidratos o grasas”.

La especialista agrega que “es importante que los carbohidratos se originen en su mayoría de frutas y verduras o alimentos integrales. Así mismo, hoy las grasas deben provenir en su mayoría de fuentes vegetales no saturadas y la proteína, no necesariamente debe ser siempre de origen animal, por lo menos dos veces en la semana debería ser de origen vegetal como leguminosas (fríjol, lentejas o arvejas)”.

Por otro lado, indica la doctora Rojas, “para fortalecer los hábitos de alimentación saludable, se deberían evitar los alimentos ricos en azúcares procesadas y en grasas saturadas. Estos son alimentos que vienen en paquetes y que, en su gran mayoría, contienen preservativos, grandes cantidades de sal, aditivos, colorantes artificiales y especialmente evitar al máximo el consumo de gaseosas”.

Los niños nacen con una predisposición biológica por los alimentos con sabor dulce, un menor interés por lo ácido y una tendencia a evitar lo que sea salado y amargo. | Foto: Getty Images

Actualmente, en Colombia existen diferentes retos que le hacen contrapeso a la idea de una buena nutrición, los cuales afectan directamente a que las personas fomenten hábitos de alimentación saludable.

“El principal reto es el cultural, se debe tener claridad de que un niño con sobrepeso no está necesariamente bien nutrido, aquí puede existir un problema nutricional de fondo. También se encuentra el reto económico, pues este presenta un desafío importante, no todos los colombianos cuentan con los recursos adecuados para acceder a una nutrición equilibrada. En los últimos meses se ha visto como el costo de los alimentos ha aumentado, haciendo que muchas personas deban cambiar su forma de alimentación”, indica la especialista.

En esta materia, es importante entender que dicha población, niños y jóvenes, son fácilmente influenciables para bien o para mal; de ahí la importancia del papel de la educación y de la comunidad académica porque es ahí, en donde se les debe enseñar la diferencia entre un alimento saludable y un alimento que no lo es.

En este sentido, por ejemplo, en la comunidad académica, universidades como la Fundación Universitaria Juan N Corpas ha sido pionera en instaurar hace más de ocho años la cátedra de nutrición en pregrado de las facultades de Medicina y Enfermería, en donde no solamente se relacionan los temas vistos desde la bioquímica, la fisiología y la patología, sino también se enfoca en hábitos de vida saludable. Se les enseña a los alumnos a través de la experiencia a conectarse con los alimentos, desarrollar una técnica de medicina a través de la comida hacer medicina culinaria, prevenir enfermedades crónicas y reversarlas a través de los alimentos.

Para poner en práctica los buenos hábitos nutricionales, se debe tener en cuenta la porción adecuada en los alimentos que se consumen, por ejemplo, una recomendación es que la mitad del plato debe corresponder a vegetales. | Foto: 123 RF

Finalmente, la docente de la Fundación Universitaria Juan N Corpas recomienda que, “para poner en práctica los buenos hábitos nutricionales, se debe tener en cuenta la porción adecuada en los alimentos que se consumen, por ejemplo, una recomendación es que la mitad del plato debe corresponder a vegetales, lo que para mí sería una ensalada fresca, una porción de carbohidratos, ojalá harina integral, llámese pasta, arroz, quinua, amaranto, etc. Y una porción de proteína preferiblemente pollo, pescado o huevo en una cantidad que no exceda 1/4 del tamaño del plato. Esto obviamente puede variar de acuerdo con las necesidades o estado fisiológico de las personas”.

La invitación entonces es para que los padres de familia no bajen la guardia frente a la implementación de los hábitos de nutrición saludables de sus hijos. Es importante seguir las recomendaciones de los especialistas para poder prevenir enfermedades que más adelante, pueden afectar a los jóvenes.