Las venas varicosas, también conocidas como várices, son venas hinchadas y retorcidas que se ven a simple vista. Aunque, frecuentemente se desarrollan en las piernas, pueden formarse en diferentes áreas del cuerpo, explica Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Esta afección es muy común. Ocurre cuando las válvulas, que mantienen el flujo normal de la sangre, se dañan o están débiles. Esto provoca que las venas se hinchen y se produzcan las venas varicosas.
Síntomas
En algunas ocasiones las venas varicosas pueden no causar dolor. Sin embargo, existen otros síntomas que pueden presentarse. En palabras de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, pueden incluir:
- Venas que son de color púrpura o azul oscuro.
- Venas que aparecen retorcidas y sobresalen; a menudo, son como cordones en las piernas.
- Sensación de dolor o de pesadez en las piernas.
- Ardor, pulsación, calambres musculares e hinchazón en las extremidades inferiores.
- Empeoramiento del dolor después de estar sentado o de pie durante mucho tiempo.
- Picazón alrededor de una o de más venas.
- Decoloración de la piel alrededor de una vena varicosa.
Factores de riesgo
Aunque las várices son muy comunes, existen algunos factores de riesgo:
- Ser mujer.
- Tener obesidad.
- Sedentarismo.
- Antecedentes con venas varicosas.
- Embarazo.
¿Cómo combatir las várices?
Mayo Clinic señala algunas recomendaciones para evitar que las várices empeoren:
- Realizar actividad física.
- Perder peso.
- Elevar las piernas al momento de descansar.
- No cruzar las piernas al sentarse.
- Usar ropa suelta.
- Evitar estar de pie durante períodos largos de tiempo.
La entidad sin ánimo de lucro recomienda los siguientes ejercicios:
- Acostarse boca arriba. Mover las piernas en círculos como si estuviera pedaleando. Extender una pierna hacia arriba y doblar la otra. Intercalar el ejercicio con cada pierna.
- Pararse sobre una escalón y ubicar los pies en el borde, sobre el metatarso. Ponerse en puntas y luego dejar caer los talones por debajo del escalón. Mientras realiza este ejercicio, estirar las pantorrillas. Repetir de 20 a 40 veces este estiramiento.
- Realizar una caminata de 30 minutos por cinco días a la semana. Recomiendan caminar hasta el lugar de trabajo.
- Realizar natación suave. Nadar por 30 minutos al día, durante cinco veces a la semana, pero es importante recordar que cualquier tiempo dedicado a la actividad física es de utilidad.
El portal Mejor con Salud destaca las propiedades de la zanahoria y del vinagre de manzana para mejorar los resultados de las várices. Aunque no es un producto milagroso, puede funcionar como un complemento para el tratamiento de esta afección.
Ingredientes
- 1 zanahoria grande.
- 2 hojas de aloe vera.
- 3 cucharadas de vinagre de manzana (30 ml).
Preparación
- Pelar la zanahoria y cortarla en pedazos pequeños.
- Cocinar la zanahoria con agua en una olla.
- Cuando esté lista, triturarla, en forma de puré.
- Con un cuchillo, abrir las hojas de aloe vera y extraer el gel.
- Mezclarlo el gel con la zanahoria. Revolver muy bien. Agregar el vinagre de manzana y revolver de nuevo.
Aplicación
- Lavar las piernas y exfoliarlas antes de aplicar el tratamiento.
- Esparcir la pasta sobre las várices y realizar masajes suaves, desde los tobillos hacia las pantorillas.
- Dejar actuar el producto durante media hora o 40 minutos.
- Enjuagar con agua fría.
- Se recomienda repetir el proceso diariamente para mejorar los resultados.
¿Cuándo es necesario acudir al médico?
Es recomendable acudir al médico si presenta alguno de los siguientes hechos:
- Las varices son dolorosas.
- El aspecto de las várices luce peor cada vez.
- Elevar las piernas o reducir el tiempo en el que está de pie no parece ayudar.
- Presenta fiebre o enrojecimiento en la pierna.
- El dolor o la hinchazón parecen aumentar súbitamente.