Inflamación, dolor y sensación de cansancio en las piernas son algunos de los síntomas que generan las venas várices, un padecimiento que afecta principalmente a las mujeres, pero que también en ocasiones impacta a los hombres mayores de 50 años.
Se trata de venas superficiales que sufren una dilatación anormal y pueden variar desde pequeñas vénulas menores de un milímetro de grosor (Teleangiectasias) hasta grandes paquetes dilatados y prominentes que se observan fácilmente en las piernas.
Según información de la Clínica Imbanaco, en las piernas existen dos sistemas venosos: el superficial, compuesto por venas que van debajo de la piel, y el profundo, formado por aquellas que se encuentran entre los músculos pegadas a los huesos.
Las venas de las piernas tienen válvulas que ayudan a mantener la sangre fluyendo en una sola dirección hacia el corazón. Si las válvulas están débiles o dañadas, la sangre puede detenerse y acumularse en las venas, lo que hace que se hinchen, según información de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Hay muchas personas para quienes las várices son solo un tema estético; sin embargo, para otras sí es una afección molesta y dolorosa.
Cuando se presentan síntomas, éstos se reflejan en una sensación de dolor o de pesadez en las piernas; ardor, calambres musculares e hinchazón en las extremidades inferiores; empeoramiento del dolor después de estar sentado o de pie durante mucho tiempo, picazón alrededor de una o más venas y cambios en el color de la piel alrededor de una vena varicosa, según información del instituto Mayo Clinic.
Estos son algunos remedios caseros que ayudan a aliviar las molestias.
1. Ejercicio: Ejercitarse de forma regular fomenta una mejor circulación sanguínea en las piernas, lo que ayuda a impulsar la sangre que se ha acumulado en las venas. El portal Medical News Today indica que los ejercicios de bajo impacto incluyen: nadar, caminar, montar en bicicleta y hacer yoga.
2. remedios herbales: Los Institutos Nacionales de la Salud recomiendan tomar extracto de semilla de uva para reducir la inflamación en la parte inferior de las piernas y otros síntomas de insuficiencia venosa crónica.
3. Elevar las piernas: Mantener las piernas elevadas por encima del corazón ayudará a mejorar la circulación. Esto reduce la presión en las venas y la gravedad ayudará a que la sangre fluya libremente hacia el corazón.
4. Masajes: Masajear suavemente las áreas afectadas permite que la sangre circule a través de las venas. Pueden utilizarse aceites de masaje suaves o crema hidratante.
5. Baños de inmersión: Este remedio se puede realizar todos los días. Además, puede ser de gran ayuda para los pies, gracias a que al final se sentirán descansados, relajados, frescos e incluso deshinchados. Estos baños se realizan en un balde o una tina con agua y sal marina. Se sumergen las piernas durante veinte minutos mientras se dan masajes suaves, de acuerdo con información del portal Mejor con Salud.
6. Manzanilla y caléndula: Este es un remedio que consiste en hervir dos litros de agua y agregar un puñado de manzanilla y uno de caléndula. Se deja reposar y después se aplica sumergiendo los pies en una tina o balde. El principio es el mismo que el de los baños de inmersión, solo que en este caso se aprovechan las propiedades de estas hiervas. La manzanilla ayuda a reducir la inflamación de la piel.
7. Medias compresoras: El uso de estas medias es favorable debido a que aprietan las piernas, lo que ayuda a las venas y a los músculos a mover la sangre más eficientemente.
¿Cómo prevenirlas?
Algunos de los consejos y medidas para prevenir esta afección son los siguientes:
- Evitar sentarse o estar de pie quieto durante largos períodos.
- Dormir con las piernas elevadas
- No usar tacones
- No levantar pesas con los pies
- No usar anticonceptivos hormonales
- No fumar
- Si el trabajo o la vida diaria son sedentarios, hay que flexionar piernas y tobillos frecuentemente.
- La actividad física regular disminuye la presión en las venas y alivia las molestias.