Las várices son venas hinchadas y retorcidas que se ven debajo de la piel. Aunque son frecuentes en las piernas, pueden desarrollarse en cualquier parte del cuerpo. Esta afección ocurre cuando las válvulas que ayudan a mantener la sangre fluyendo se dañan o se debilitan, provocando que se hinchen las venas.
Esta afección es muy común y cualquier persona puede padecerla. Sin embargo, tienen un mayor riesgo las mujeres, embarazadas, quienes tienen obesidad, aquellos que no hacen ejercicio o personas con antecedente familiar de dicha enfermedad.
“Se pueden formar várices siempre que la presión sanguínea aumente en el interior de las venas. Eso puede ocurrir debido a embarazo, estreñimiento, un tumor o por sobrepeso y obesidad. También puede tener un mayor riesgo de várices si tiene edad avanzada, permanece sentado o de pie durante períodos prolongados, tiene un estilo de vida inactivo, o tiene antecedentes familiares de várices o trombosis venosa profunda, un tipo de tromboembolia venosa”, explican los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).
Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, indica que en algunos casos las venas várices no causan dolor. Sin embargo, se puede identificar por signos como:
- “Venas que son de color violeta o azul oscuro.
- Venas que parecen retorcidas y con dilatación, a menudo, como si fueran cordones en las piernas”.
En los casos que se presentan síntomas, pueden ser:
- “Una sensación de dolor o de pesadez en las piernas.
- Ardor, sensación pulsátil, calambres musculares e hinchazón en las extremidades inferiores.
- Empeoramiento del dolor después de estar sentado o de pie durante mucho tiempo.
- Picazón alrededor de una o más venas.
- Cambios en el color de la piel alrededor de una vena varicosa”.
Prevención
Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señala algunas recomendaciones que pueden ayudar a prevenir las várices:
- Ejercitarse regularmente.
- Perder peso (en caso de que sea necesario). Consultar a un médico para recibir la asesoría profesional adecuada.
- Elevar las piernas para descansa.
- Utilizar ropa suelta.
- Evitar estar de pie durante periodos largos de tiempo.
Remedios caseros
Los remedios caseros son una alternativa natural para el tratamiento de las várices. En su sección de Salud, el portal Mundo Deportivo brinda algunos trucos para eliminarlas fácilmente en casa. Cabe resaltar que antes de recurrir a estas preparaciones caseras se debe consultar con un médico.
Vinagre de manzana
De acuerdo con el sitio web, este producto ayuda a eliminar las várices gruesas, gracias a que mejora la circulación de la sangre.
¿Cómo utilizarlo?
- Si las várices están ubicadas en dos o tres puntos, el sitio web recomienda hacer tres compresas. Se debe remojar un paño en el vinagre de manzana y aplicarlas en las zonas durante quince minutos. Luego, enjuagar y realizar masajes. Repetirlo dos veces al día para mejorar los resultados.
- En caso de que las venas estén en varios lugares se debe realizar otro tratamiento. En un balde de agua tibia, agregar un vaso de vinagre de manzana y un puñado de sal. Luego, remojar las piernas por media hora. Durante ese tiempo se deben masajear suavemente.
Ajo
El ajo es conocido por sus múltiples usos medicinales. Asimismo, también es un buen ingrediente para el tratamiento de las várices. De acuerdo con Mundo Deportivo, sus propiedades antiinflamatorias, anticoagulantes y vasodilatadoras ayudan a mejorar la circulación sanguínea.
¿Cómo utilizarlo?
- Triturar varios ajos y mezclarlos con una cucharada de aceite de oliva, hasta obtener una pasta homogénea. Luego, aplicar la mezcla en las áreas de las piernas afectadas y realizar masajes por 15 minutos. Para finalizar, se debe enjuagar con agua tibia o fría. Se recomienda realizarlo una vez al día, en horas de la noche.