Las venas várices representan un problema común para las personas. Aunque en algunos casos se limita a un detalle estético, también puede dar paso a otros síntomas que resultan aún más molestos.

De acuerdo con información de la enciclopedia médica MedlinePlus, las venas varicosas son venas hinchadas y retorcidas que pueden verse justo debajo de la piel.

“Por lo general ocurren en las piernas, pero también se pueden formar en otras partes del cuerpo”, anota.

La fuente consultada también anota que las várices son un problema común, aunque tienen mayor riesgo de desarrollarlas aquellas personas que padecen obesidad, mujeres, adultos mayores, sedentarios o quienes tengan antecedentes familiares.

Respecto a los síntomas de las varices, el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés) detalla los siguientes:

  • Una o más venas abultadas y azuladas.
  • Hinchazón de las piernas.
  • Dolor en las piernas.
  • Sensación de pesadez en las piernas y los pies.
  • Picazón alrededor de la vena o las venas.
  • Cambios en el color de la piel alrededor de la vena o las venas.
  • Calambres nocturnos en las piernas.
Las venas varicosas son venas retorcidas y agrandadas. Foto: Getty Images. | Foto: Foto: Getty Images.

“A veces, las várices pueden limitar las actividades. Los síntomas pueden empeorar al estar sentado o de pie durante períodos prolongados, y pueden mejorar al acostarse o mantener las piernas elevadas”, precisa el NHLBI.

Pomada casera para las várices

La medicina alternativa ofrece algunas opciones para tratar los síntomas derivados de las várices, como el dolor, la hinchazón y los calambres.

Sin embargo, es pertinente recordar que los remedios caseros no cuentan con respaldo científico, de manera que su efectividad no está garantizada en un 100 %.

Dicho esto, antes de acudir a cualquier tratamiento alternativo, lo más conveniente es consultar con un médico de confianza.

El portal Mejor con Salud comparte la receta para preparar una pomada que aprovecha las cualidades medicinales de la sábila, el vinagre de manzana y la zanahoria.

Para ello, basta con integrar todos los ingredientes con ayuda de un procesador o una licuadora.

La textura final debe ser similar a la de una crema espesa, pues el objetivo es aplicarla de manera tópica en el área donde están presentes las várices.

El citado portal recomienda aplicar la pomada con suaves masajes. Luego, debe ser retirada con agua tibia.

El aloe vera es un ingrediente popular en la medicina naturista. | Foto: GettyImages

Tratamiento de las várices

El NHLBI expone en su sitio web que el tratamiento depende de cuán graves sean los síntomas y las várices.

“El médico puede recomendar una combinación de tratamientos o bien ningún tratamiento. También existe la posibilidad de que se formen nuevas várices incluso después del tratamiento, o tal vez necesite ser tratado más de una vez”, puntualiza la fuente consultada.

En ese orden de ideas, precisa que los objetivos del tratamiento son aliviar los síntomas, mejorar el aspecto y prevenir las complicaciones graves, como las úlceras o llagas cutáneas, la trombosis venosa profunda, los cambios de color en la piel y el sangrado.

La actividad física es clave para prevenir la aparición de várices y aliviar los síntomas en caso de que ya estén presentes. | Foto: Getty Images

Algunos cambios en el estilo de vida contribuyen a prevenir la aparición de las várices y aliviar los síntomas en caso de que ya se hayan desarrollado:

  • Mantener un peso saludable, pues mejorará el flujo de sangre y aliviará la presión en las venas.
  • Realizar actividad física para ayudar a que la sangre se mueva por las venas. El ejercicio extenuante o vigoroso podría empeorar las várices. Antes de comenzar cualquier programa de ejercicio, pregúntele a su médico qué nivel de actividad física es adecuado para usted.
  • Evitar estar sentado o de pie durante mucho tiempo. “Cuando esté sentado, eleve los pies para que las piernas queden elevadas al nivel del corazón”, recomienda el NHLBI.

Por supuesto, en caso de que los síntomas de las várices sean demasiado severos, lo mejor es acudir a un profesional de la salud para definir el tratamiento adecuado.