Las venas várices, o varicosas, son aquellas venas al dilatarse e hincharse y hasta retorcerse se hacen visibles bajo la piel, principalmente de las piernas y los pies. Aunque no son consideradas una afección de gravedad, si pueden ser una alerta de problemas de circulación. Así que no está de más, hacer todo cuando esté al alcance para evitar su aparición.
Tener buenos hábitos en lo referente a la actividad física y la alimentación, pueden ser de gran ayuda para evitarlas e incluso para tratarlas una vez que ya han comenzado a aparecer.
Esto ocurre cuando las paredes de las venas están débiles o dañadas. Y la razón para que aparezcan con más frecuencia en las extremidades inferiores del cuerpo, es porque es allí donde se produce una sobrecarga del sistema circulatorio, por tener que soportar el peso de la persona, sumado al efecto de la gravedad.
Aunque el riesgo de que aparezcan aumenta con la edad, las venas várices pueden aparecer en personas jóvenes también, y son las mujeres quienes tienen más probabilidades de padecerlas. Se atribuye su aparición por causa del embarazo, sobrepeso, obesidad, malas posturas tanto cuando se está en reposo como en movimiento. Pueden presentarse también si existe el antecedente familiar y si se padece alguna enfermedad relacionada al sistema circulatorio.
Entre los síntomas que se detectan antes del agravamiento, están la sensación de pesadez, ardor, hinchazón en las piernas, hormigueo alrededor de las venas que tienden a endurecerse y que comienzan a notarse bajo la piel.
Sin embargo, hay cosas prácticas que usted puede comenzar a hacer, para impedir este problema o el apresurado agravamiento del mismo si ya ha notado que puede llegar a tenerlo. Estas son las recomendaciones del sitio web Mejorconsalud, que desde hoy puede seguir para cuidar su salud en este frente:
Lo primero que debe hacer o más bien, evitar, es permanecer en la misma posición por mucho tiempo. Esto porque al hacerlo su circulación se ve afectada. Así que si debe permanecer sentado o de pie por mucho tiempo, trate de cambiar cada cierto tiempo de postura.
Como hablamos de mantener una buena circulación, algo que ayuda a lograrlo es ducharse con agua fría. Mantener una temperatura templada y más baja del agua a la hora de bañarse, le ayudará a activar las venas y puede contribuir a aliviar las molestias y el cansancio en las piernas.
Otro aspecto que a veces pasa inadvertido es por cuestiones de moda, es que no es recomendable usar prendas de vestir demasiado ajustadas, especialmente de la cintura para abajo, pues esto también dificulta la función de las venas. Así que siempre que pueda, opte por vestir con prendas sueltas.
Aléjese de las fuentes de calor, como la calefacción e incluso evite exposiciones por largos periodos de tiempo al sol. Esto también puede causar problemas de circulación y retención de líquidos. Recuerde que nada en exceso es bueno.
Se recomienda también usar medias de compresión. Esta prenda ha sido diseñada para apretar de manera delicada las piernas y así hacer que la sangre circule hacia arriba. Con esto se previene que las extremidades se hinchen. Ya que hablamos de prendas de vestir, vale la pena mencionar los tacones, que cuando se usan por largos periodos de tiempo, generan molestia en las piernas y aumenta las posibilidades de la aparición de las venas várices.
Como ya se mencionó, la actividad física es importante para mantener una buena circulación. Puede ser algo tan básico como hacer una caminata diaria.
Junto a esto va el llevar una buena alimentación, que proporcione al organismo todos los nutrientes necesarios para su buen funcionamiento, incluido el del aparato circulatorio. Lo anterior puede además contribuir a que no sufra de sobrepeso, otro agravante de las venas várices.
Por último, y en complemento a esa dieta balanceada y saludable que debe buscar seguir, se sugiere tomar infusiones naturales, que también son beneficiosas para el sistema linfático.