El ejote o habichuela (como se conoce en Colombia) es de origen centroamericano, especialmente de México, donde se le dio ese nombre y que proviene del náhuatl “exotl” que significa fríjol verde y que cuenta con importantes propiedades alimenticias y su gran versatilidad gastronómica.
La Secretaria de Salud de México señaló en su portal que esta leguminosa, que se come cuando aún está verde con todo y vaina, tiene un importante aporte nutricional, debido a la presencia de importantes cantidades de vitaminas como A y C, que ayudan a mantener sano el sistema inmunológico.
Igualmente, destacó que la habichuela posee una gran cantidad de minerales como sodio, potasio, calcio, yodo, fósforo, magnesio y hierro.
En la cocina se utiliza para la preparación de varios platos como cocidos, hervidos, al vapor, salteados, fritos o en tortitas capeadas.
En épocas de frío, es incluido en platos calientes, principalmente caldos, aunque también es un acompañante ideal para distintos tipos de carnes, aves y pescados.
Ese despacho destacó, además que una taza de habichuelas aporta 44 kcal, con lo cual se convierte en un alimento que aporta nutrientes beneficiosos para el organismo por la presencia de minerales, fibra, fitoquímicos (flavonoides).
De acuerdo con el portal Cocina vital, protege además a las células en los procesos de oxidación e inflamación, reduciendo enfermedades como diabetes y algunos tipos de cáncer.
Como mencionamos anteriormente, es rica en vitamina C, por lo que consumir una taza de habichuelas puede contener este tipo de molécula orgánica que necesita una persona en un día. Ayuda en la reparación de tejidos. Una de la recomendación es evitar hervirlas demasiado para que conserven esta propiedad.
Entre tanto, por su aporte en folato, vitamina C, carotenoides y fibra, esta leguminosa “contribuye a proteger de enfermedades cardíacas y de apoplejías (ocasionadas por embolias, trombosis)”, de acuerdo con la publicación.
Como mencionamos anteriormente, debido a que una taza de habichuelas aporta 44 kcal, hace que sea un alimento bajo en calorías, que lo hace ideal para incluirlo en las dietas dirigidas a perder peso.
Los especialistas han señalado que una taza de este producto contiene 4g de fibra y pocos carbohidratos (9.9g), por lo que no eleva la glucosa lo que lo hace un alimento que puede ser consumido sin ningún problema por personas con diabetes.
Un estudio publicado en Pediatric Allergy and Inmunology permitió determinar que en niños que consumieron habichuelas se redujeron los síntomas de asma.
Otros nutrientes como hierro, calcio, yodo, clorofila, vitamina A y B, agua, grasas, celulosa, azúcares, arginina, inositol, alantoina y tirosina, le permite tener usos medicinales frente a casos de celulitis, retención urinaria, albúmina en la orina, enfermedades de la piel y reumáticas, hipotensión.
La publicación “Conocimientos tradicionales relativos a la biodiversidad agrícola” del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación de España, destacó que la habichuela ayuda a bajar la tensión sanguínea, depurar la sangre y combatir la anemia.
Igualmente, ayuda a cortar hemorragias en heridas menores e incluso tratar almorranas que es la dilatación permanente, de naturaleza varicosa, que se forma en la parte exterior del ano o en la parte final del intestino.
Por sus propiedades diuréticas puede contribuir a deshacer las piedras en el riñón (cálculos renales). Igualmente, se puede utilizar con eucalipto y cola de caballo para combatir casos de resfriado.
Igualmente, ayuda a cuidar los ojos de los rayos UV, a mejorar la coagulación y la eliminación del colesterol malo.
Pese a los beneficios, es importante tener en cuenta que su consumo tiene una serie de contraindicaciones para evitar efectos secundarios.
En este caso, un uso excesivo de esta leguminosa puede producir flatulencias o exceso de gases en el intestino, por lo que para evitar o reducir este efecto secundario, se recomienda la eliminación de la espuma que aparece cuando la verdura está en cocción.