La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que los seres humanos consuman cerca de 400 gramos diarios de frutas y verduras, por lo cual no deberían faltar en la dieta de ninguna persona.
Igualmente, los profesionales de la salud recomiendan comer estos, debido a que ayudan a prevenir el desarrollo de varias enfermedades no transmisibles como la diabetes, el cáncer, la obesidad y la hipertensión. Uno de los vegetales que no se puede dejar por fuera de una alimentación sana es la Cebolla.
“La cebolla está compuesta principalmente por agua (un 89%), lo que la hace muy ligera. La fama de la cebolla como alimento depurativo es bien merecida, pero sus propiedades y beneficios para la salud van mucho más allá”, indicó el portal Cuerpo y Mente.
Beneficios de la cebolla
Esta planta herbácea, según la página especializada en temas médicos, cuenta con diferentes propiedades nutricionales, entre las que se destacan las siguientes:
- Cardiosaludable: debido a sus componentes azufrados, el consumo de cebolla previene la agregación plaquetaria y la formación de trombos, así como el colesterol y los triglicéridos altos.
- Diurética: la cebolla es diurética y ayuda en casos de edemas, hipertensión y piernas pesadas, puesto que es rica en potasio y escasa en sodio.
- Prebiótico: este alimento también es rico en fructo-oligosacáridos, prebióticos que estimulan el crecimiento de bifidobacterias en el intestino e inhiben el desarrollo de bacterias patógenas. Este equilibrio en la flora intestinal reduce el riesgo de cáncer de colon.
- Salud digestiva: previene la fermentación intestinal, la presencia de parásitos y hongos, y el estreñimiento. Alivia las digestiones pesadas y la flatulencia con hipoclorhidria, pero hay que ser cauto si se suele sufrir acidez.
- Antioxidante: la cebolla contiene quercitina, un flavonoide de propiedades antiinflamatorias, antialérgicas y protectoras frente al cáncer.
- Antidiabética: gracias a su riqueza en cromo, que forma parte del llamado FTG (factor de tolerancia a la glucosa), y también a la glucoquinina, que estimula el páncreas, ayuda a reducir el nivel de azúcar en la sangre.
- Anticancerígena: numerosos estudios demuestran que su ingesta habitual previene el cáncer, siendo este uno de los beneficios más importantes de la cebolla. Quienes la comen regularmente presentan un riesgo menor de desarrollar cáncer de estómago.
- Antisépticas: las propiedades antisépticas y mucolíticas de los componentes azufrados, junto con la acción antiinflamatoria de la quercitina, la hacen eficaz frente a problemas respiratorios como resfriados, bronquitis y asma.
La página Cocina Vital señaló que los múltiples beneficios que tiene esta verdura también sirve para fortalecer los huesos y reforzar las defensas del organismo.
“La cebolla es rica en fósforo y calcio, dos sustancias sumamente importantes para el mantenimiento de los huesos. Los principios activos de este alimento actúan como un amplificador del sistema inmune al llegar a la sangre, lo que lo hace resistente contra posibles enfermedades”, precisó.
Cabe mencionar que este vegetal tradicionalmente se ha utilizado para sazonar y darles sabor a los alimentos. No cabe duda de que la cebolla es imprescindible en la cocina y constituye uno de los condimentos más empleados en la cultura gastronómica mundial.