La alimentación es fundamental para salud, la vitalidad y el bienestar del ser humano, pero también del de los animales, en especial los perros. De este modo, un alimento equilibrado, natural y con ingredientes seleccionados específicamente para sus requerimientos de edad, tamaño y actividad física, contribuirá a prolongar la vida de este amigo fiel y le permitirán disfrutar mucho más tiempo al lado de sus amos.

Muchos dueños de estos animales pecan al compartirles alimentos que las personas consumen en el día a día, como golosinas o bocadillos. No obstante, este hábito se convierte en una mala práctica que puede llegar a perjudicar la salud de los perros.

De acuerdo con expertos de la Sociedad Estadounidense para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (ASPCA), existen alimentos que simplemente no son para los perros, por mucho que se les antojen. Les pueden ocasionar problemas de salud a corto y largo plazo, debido a que su capacidad de metabolizar la comida es diferente a la de los humanos.

De este modo, algunas frutas y verduras pueden ser consumidas por los perros, porque las vitaminas que aportan dichos alimentos complementan su dieta omnívora, pero es importante supervisar su ingesta y elegir los elementos más indicados. Expertos veterinarios y de crianza de American Kennel Club y ASPCA dan a conocer una lista de frutas y verduras que pueden comer los perros:

  • Manzanas: esta fruta les aporta vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra que benefician su sistema digestivo. Se aconseja cortarlas en rodajas, ya que son una forma segura y saludable de que la consuman.
  • Arándanos: tiene antioxidantes que combaten enfermedades y proporcionan vitaminas, minerales y fibra; además, son seguros y nutritivos para su organismo.
  • Melón: este alimento es valioso con moderación, debido a que tiene altos contenidos de azúcares y no es muy recomendado para perros con sobrepeso o diabetes.
  • Mango: es fundamental quitarle el hueso que tiene en su interior, ya que este contiene pequeñas cantidades de cianuro y puede convertirse en un peligro de asfixia si lo consumen.
  • Naranjas: son una excelente fuente de vitamina C, potasio y fibra. Los veterinarios recomiendan tirar la cáscara y solamente ofrecerle la pulpa de la naranja, sin los huesos también.
  • Duraznos: en pequeñas cantidades, frescos o congelados y cortados, son una gran fuente de fibra y vitamina A; incluso pueden ayudar a combatir las infecciones.
  • Piña: en cantidades pequeñas, es un buen bocadillo para los perros, ya que están llenas de vitaminas, minerales y fibra.
  • Zanahorias: se pueden dar crudas o cocidas, pues son bajas en calorías y una rica fuente de vitaminas, minerales y fibra.
  • Brócoli: se debe consumir en pequeñas cantidades y siempre acompañado de otro alimento, ya que contiene isotiocianatos que pueden irritar su estómago; en grandes cantidades o con frecuencia, ocasiona obstrucción en el esófago.

Ahora bien, los expertos de American Kennel Club y ASPCA dieron a conocer los alimentos que no pueden comer los perros, porque les ocasionarían un grave daño a su salud:

Aguacate: esta fruta tiene sustancia llamada persina que resulta ser peligrosa para los perros, porque ocasiona daño cardiovascular e hinchazón, y en muchos casos conduce a la muerte.

Cerezas: aunque no es una fruta del todo restringida, solo pueden comer la parte carnosa, ya que el área del hueso contiene cianuro, una sustancia que los puede intoxicar. En el caso de que el perro llegue a ingerir este alimento, es importante prestar atención a los signos vitales, porque puede desarrollar signos de envenenamiento en cuestión de segundos

Uvas pasas: tantos las uvas normales como las uvas pasas contienen una sustancia tóxica que les puede causar insuficiencia renal.

Cebolla: tanto este vegetal como los ajos causan irritación gastrointestinal y daño a los glóbulos rojos. Su consumo les puede causar vómitos, diarrea, dolor de estómago y náuseas.

Hongos: Los hongos silvestres pueden ser tóxicos para los perros y puede llegarles a causar la muerte. Sin embargo, los champiñones blancos lavados del supermercado podrían estar bien, pero los expertos sugieren evitar cualquier tipo.