“Me querían poner un hígado de otro cabrón y les dije: ‘Yo no me voy a dormir con mi mujer con el hígado de otro güey. No sé si era homosexual o drogadicto” (Ver video desde el minuto 3). Esa fue la frase que soltó el reconocido cantante de música ranchera, Vicente Fernández, en una entrevista que concedió el pasado 2 de mayo a Gustavo Adolfo Infante, periodista del programa De Primera Mano, un producción mexicana de opinión sobre el mundo de los espectáculos.
Todo comenzó cuando Infante le preguntó sobre su actual estado de salud. Allí, Vicente empezó a contar sobre el momento en el que se enteró que tenía cáncer mientras realizaba una gira mundial. En ese momento estaba en Houston y por la gravedad de su enfermedad era necesario realizar un trasplante de hígado. “El equipo médico consiguió a un donador en dos días, pero yo lo rechacé”, dice.
El músico aseguró que decidió no someterse a la cirugía por esas razones y abandonó el hospital, a pesar de que ya tenían el hígado que era compatible con su cuerpo listo para el trasplante. No me querían dejar salir, me dijeron: ‘Es que ya encontramos su hígado compatible, ya viene el oncólogo’. Me vestí y me iba a salir cuando me dicen: ‘Por favor Don Vicente, váyase en la silla de ruedas, porque si le pasa algo nos cierran el hospital’. Me subí a la silla y llegando la camioneta me fui”, dijo. Finalmente, Fernández concluyó el tema diciendo que posteriormente viajó a Chile y allí le realizaron una cirugía con ayuda de un robot, pero no tiene conocimiento de cómo se realizó. “Me operaron y yo ni supe cómo fue”, puntualizó. Le podría interesar: “En Colombia la tasa de donación de órganos es muy baja” Sus declaraciones han generado un sin fin de polémica pues no es un secreto que uno de los obstáculos principales para que aumenten las tasas de donación en países como México y el mundo, son las percepciones que tienen las personas sobre el tema. Muchas de ellas tergiversadas por creencias religiosas y el miedo al tráfico de órganos. Para no ir muy lejos, un estudio del Invamer en Colombia, publicado el 31 de octubre, reveló que las percepciones y creencias en esta materia son el principal obstáculo para aumentar las cifras de donación. En concreto, las que tienen que ver con creencias religiosas, miedo al tráfico de órganos y la incertidumbre de no saber quien es el donador o a quién se donará, como por ejemplo, asesinos o criminales. Lea también: “No donaría mis órganos a un asesino ni a un criminal” La realidad es que estas percepciones tienen una incidencia muy grave, sobretodo cuando vienen de una figura pública, pues como advierte el citado estudio, la difusión de diferentes creencias, aunque no sean propias, pueden llevar a que otras personas no deseen ser donantes. En el caso de Colombia, el país presenta uno de los índices más bajos de donación de órganos a nivel mundial y ocupa el puesto número 20 en la escala de donantes fallecidos.