Un curioso fenómeno fue registrado por varios usuarios en redes sociales tras el sismo de 7.1 de magnitud que se presentó en la ciudad de Acapulco, en México.

En los videos, que fueron subidos a diferentes plataformas, se pueden apreciar destellos de luz, parecidos a las auroras boreales en el cielo que se presentan de forma intermitente y que iluminaron los cielos mexicanos durante gran parte de la noche.

Los destellos son de colores blanco y verde y fueron documentados justo cuando estaba ocurriendo el terremoto y minutos después cuando las personas permanecían en las calles por temor a las réplicas que pudieran presentarse.

Sin embargo, estos destellos no son un fenómeno nuevo y los científicos los han documentado por varios años catalogándolos como “luces de terremoto”.

De acuerdo con los especialistas de la Universidad Rugers, en Estados Unidos, este fenómeno es conocido como luces de terremoto o triboluminiscencia.

Se trata de un evento ocasionado por la ruptura y fricción de las placas terrestres que genera una energía eléctrica liberada a la superficie a gran velocidad y fuerza.

La energía liberada tiene la capacidad de iluminar el cielo por momentos con tonos blancos, azules y verdes, parecidas a las auroras boreales.

Este tipo de fenómenos suceden con frecuencia durante los sismos de gran magnitud. Recientemente, los mismos investigadores decidieron recrear el fenómeno en un laboratorio con un modelo de terremoto en miniatura y encontraron picos de voltaje fuertes que producen este tipo de iluminaciones.

Los resultados fueron presentados en la reunión de la Sociedad Estadounidense de Física, en 2014, por el ingeniero biomédico troy Shinbrot.

Su laboratorio creó un modelo miniatura de las tensiones, forcejeo y rupturas que suceden durante un terremoto.

Observaron que esto generaba cientos de voltios de electricidad, lo que sugiere que incluso sutiles deslizamientos del suelo en las fallas geológicas son suficientes para cargar la Tierra y provocar rayos en el cielo.

El equipo liderado por Troy Shinbrot observó también otros dos tipos de materiales con partículas que se unen y deslizan de forma similar a como lo hace la Tierra en las zonas más propensas a los sismos.

Así descubrieron que, al ser movidos, todos desarrollan un voltaje eléctrico.

Aún no han podido averiguar por qué se produce esta carga ni por qué algunas veces aparecen las luces y otras no.

“No todo gran terremoto está precedido por rayos. Ni después de todos los rayos que se dan en un cielo despejado son seguidos de un terremoto”, comentó Shinbrot.

“Hemos encontrado que parecen ser los precursores de algunos grandes terremotos, de magnitud 5 o mayores. Pero la señal del voltaje no es siempre la misma. Algunas veces es alta y otras baja”, añadió.

No obstante, estas señales de advertencia luminosas podrían ayudar a prevenir desastres.

En el caso del terremoto en L’Aquila, se informó de un residente que, después de ver los destellos dentro de su casa, dos horas antes del sismo, sacó a su familia a un sitio seguro.

A partir de esto, se han iniciado proyectos para observar y registrar estas luces en zonas especialmente vulnerables a los movimientos sísmicos.

¿Cuántos se han documentado?

A lo largo de la historia, los terremotos han producido este tipo de fenómenos que han podido ser documentados tanto por los espectadores como por los especialistas.

Algunos de ellos se han visto en sismos como Perú, 15 de agosto de 2007, Chile, 27 de febrero de 2010, México, 7 de septiembre de 2017 y México, 7 de septiembre de 2021.

Sin embargo, hay registros aún más antiguos, desde los años 1600. según asegura la Asociación Sismológica de Estados Unidos.

Dos días antes del terremoto de San Francisco de 1906, por ejemplo, una pareja vio rayos de luz a lo largo del suelo. Y en el caso de Quebec, Canadá, en 1988, un brillante globo de luz rosa y púrpura se avistó 11 días antes del devastador temblor.

En el caso del sismo de L’Aquila, Italia, en 2009, transeúntes vieron “llamas de luz” saliendo de los adoquines en el sector histórico de la ciudad segundos antes del mismo.

Y evidencias en video de numerosos rayos de luz fueron registradas por cámaras de seguridad durante el terremoto de magnitud 8,0 en Pisco, Perú, en 2007.

Más recientemente, varios videos que muestran esferas luminosas fueron publicados en YouTube, en el marco del terremoto y tsunami de Fukushima, Japón, en 2011, y algo similar está ocurriendo ahora con el sismo de México.