El pasado 18 de junio, Aisha Nieves fue sorprendida gratamente al querer buscar un perro en adopción. Sin imaginárselo, luego de dos años de haber perdido a su mascota de nombre Kovu, la vida les dio una segunda oportunidad de reencontrarse.
Según relató la mujer, ella consiguió a Kovu en 2014 cuando este tenía tan solo siete semanas de edad. Desde ese momento, el amor de Nieves por su mascota era inmenso, sin embargo, en 2019, días después de que un automóvil chocara contra su puerta principal dejando un agujero, Kovu escapó, dejando devastada a Aisha, quien residía en ese entonces en Allentown, Estados Unidos.
“Me enteré que se había ido cuando llegué a casa más tarde ese día y no estaba allí para correr hacia mí y darme besos como solía hacer. Busqué en toda la casa y no logré encontrarlo, luego busqué alrededor de Allentown durante una semana o así y no pude encontrarlo”, le contó Nieves a The Morning Call.
“En ese momento tenía cuatro meses de embarazo de mi hijo menor. Tenía muchas emociones atravesándome. Estaba llorando, pensando lo peor, pensando que alguien lo secuestró o lo lastimó. Estaba devastada. Él estuvo ahí para mí en medio de todo, angustias, altibajos, y ahora se había ido. Fue muy difícil de aceptar”, explicó.
Pese a todo lo malo que le hubiese podido ocurrir, el 8 de junio de 2019 Kovu fue rescatado por la Sociedad Protectora de Animales del condado de Lehigh ( LCHS, por sus siglas en inglés) tras encontrarlo en el patio de un residente de Allentown en la calle Eighth, donde fue renombrado como Ash.
“Nuestro personal lo llamó Ash. Necesitaba ser tratado por pulgas, le faltaba pelo en la parte trasera y tenía inflamación. Fue tratado con antibióticos y bañado con un champú médico especial. Estuvo en nuestro refugio durante unos cuatro meses y luego fue adoptado por una familia el 25 de octubre de 2019″, dijo la directora de desarrollo de LCHS, Deirdre Snyder al mismo medio.
Sin embargo, y de acuerdo con la entidad, el pasado 12 de junio la familia que lo adoptó, señalando que enfrentaba un posible desalojo, decidió devolverlo. “Lo aceptamos y renunciamos a la tarifa de entrega. Kovu gozaba de buena salud”, indicó Snyder.
Fue así como Aisha Nieves, quien estaba mirando fotos de cachorros en adopción en la página de la Asociación, dado que quería volver a tener un perro en su casa para que sus dos hijos jugaran, se encontró con la foto de su perro extraviado, quien aparecía registrado con otro nombre.
“Estaba en el sitio de adopción de la Sociedad Protectora de Animales del condado de Lehigh, mirando fotos, cuando mi teléfono se congeló en esta imagen y me quedé mirando. Al principio pensé: de ninguna manera es este mi perro. Lo tenían con otro nombre, Ash. Cuando estuve segura de que era él, me emocioné tanto que literalmente estaba temblando”, le explicó Nieves a The Morning Call.
“Entonces, vi la pequeña cicatriz sobre un ojo, la cicatriz de cuando quedó atrapado en una puerta, y pensé: ¡Dios mío, ese es mi bebé, ese es Kovu!”, dijo Nieves.
“Llamé a la Sociedad Protectora de Animales y les dije que Ash era mi perro, Kovu, que ha estado desaparecido durante dos años. Les dije: Estoy en camino a buscarlo ahora mismo, ¿qué necesito traer?”, indicó la mujer que para reclamarlo tuvo que presentar su identificación, una foto de ella con Kovu y asumir la tarifa para recuperarlo.
Según relató, cuando llegó por Kovu, “estaba nerviosa, estaba sudando. Mis manos empezaron a temblar. Tenía miedo de que no me recordara porque había pasado tanto tiempo. Me senté allí, esperando a que lo sacaran. Entonces, algo me hizo mirar hacia arriba y lo miré a los ojos y lo vi meneando la cola”.
“Estaba gritando, tratando de alejarse del tipo que lo sostenía y correr hacia mí. Luego, simplemente saltó sobre mí y comenzamos a besarnos y abrazarnos. Se sentó en mi regazo. Le dije: Sí, amigo, te vas a casa. Siento mucho que esto haya pasado. Nunca más te perderé”, contó.
Según reporta el mismo medio, esta Navidad, Nieves y su familia esperan celebrar el séptimo cumpleaños de Kovu.
“Ahora que está de regreso en casa, me siento completa de nuevo. Todo el tiempo que estuvo fuera sentí que faltaba una parte de mí. Nunca dejé de pensar en él o de preguntarme si lo estaban tratando bien dondequiera que estuviera. Miraba las fotos de Facebook de nosotros juntos y me ponía a llorar. Solo quería recuperar a mi bebé. Y así fue“, concluyó la mujer.
Al respecto, la Sociedad Protectora de Animales indicó que Kovu, al ver a su dueña, dejó escapar el chillido con más emoción que jamás hayan escuchado.