Los niños que consumen más de un vaso diario o más de bebidas gaseosas y carbonatadas tienen una mayor tendencia a desarrollar enfermedades cardiovasculares, según un estudio divulgado en Australia. Un equipo del Instituto Milenio Westmead de Sídney analizó por primera vez el nexo entre la ingesta de los hidratos de carbono de las bebidas gaseosas o carbonatadas y los refrescos azucarados y los vasos sanguíneos en las retinas en los niños. La jefa de la investigación, Bamini Gopinath, explicó al diario "Sydney Morning Herald" que el estado de los vasos sanguíneos de la retina dan una indicación "muy precisa" de la salud de los vasos sanguíneos del resto del cuerpo. Estudios previos en adultos ya han demostrado que la reducción de los vasos sanguíneos en los ojos son un síntoma temprano de enfermedades cardiovasculares. Para efectos de la investigación, el equipo médico examinó los ojos de unos 2.000 niños de doce años de edad y así descubrió un estrechamiento en las arterias de las retinas de aquellos menores que ingerían más de 274 gramos de hidratos de carbono al día. El estudio publicado recientemente en la Revista de Nutrición Clínica de Estados Unidos reveló también que la relación entre una dieta alta en hidratos de carbono y el estrechamiento de los vasos sanguíneos es más alta en las niñas que en los niños. "Necesitamos realizar otros estudios, pero definitivamente se trata de una llamada de atención para que los padres y los niños reduzcan el consumo de hidratos de carbono y azúcar" para reducir el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares, expresó Gopinath.  EFE