Uno de los licores que mejor combinan con las comidas es el vino. Alrededor del mundo esta bebida alcohólica es ampliamente consumida y no solo porque va bien con muchos alimentos a la hora del almuerzo, en la cena o para una velada romántica sino también por sus beneficios para la salud.

Además, un estudio desarrollado por la Universidad Estatal de Washington, y recogido por la revista digital RSVP live, dice que ingerir dos copas de vino al día, sea tinto, blanco o rosado, reducirá el riesgo de padecer obesidad en un 70 %.

La razón es que la alta cantidad de antioxidantes que contiene este zumo de uva con alcohol pueden convertir el exceso de grasa blanca en grasa beige y propiciar así la quema de calorías, lo que permite al organismo a mantener su equilibrio.

No obstante, uno de los factores más importantes es la cantidad que se consuma, pues si se ingiere en altas cantidades puede ser nocivo para el organismo y poco beneficioso.

Así mismo, según el portal Vinopack, licores como el vino tinto ayudan a la circulación sanguínea gracias a sus alto contenido en ácidos fenólicos, flavonoides y resveratrol. Estos componentes favorecen la disminución significativa de las varices al inhibir el colesterol malo que pueda formar placas en la pared de las arterias.

Además, el vino tinto dilata los vasos sanguíneos, aumenta el colesterol bueno y contribuye a la depuración de las arterias.

Otros beneficios del vino

El medio especializado, Mejor con Salud, ha listado una serie de beneficios que trae beber vino cada día:

  1. Evita la aparición de la enfermedad de Alzheimer: varios estudios advierten que el resveratrol, un componente del vino tinto, tiene efectos neuro protectores, por lo que hay menos posibilidades que se desarrolle esta enfermedad degenerativa.
  1. Equilibra la tensión arterial: si se bebe luego de las comidas es posible mantener una tensión sana. Otro tipo de licores causan el efecto contrario, aumentan la presión arriesgando el corazón.
  1. Reduce la formación de cálculos renales: las piedras en el riñón pueden ser evitadas con una alimentación balanceada que puede estar acompañada por una copa de vino, especialmente, tinto.
  1. Efectos anticoagulantes y antitrombóticos: las proteínas fibrinógena hacen que, los consumidores regulares de vino, logren aminorar la formación de coágulos sanguíneos.
  1. Previene la aparición de aterosclerosis: esta enfermedad es causada por la degeneración de las arterias. El vino, contribuirá a contrarrestar los síntomas y relajara los vasos por los que corre la sangre en el cuerpo.
  1. Disminuye el efecto del cigarrillo: este licor regula los daños que genera el tabaco en organismo, sobre todo, por los efectos que puede producir el cigarrillo en el corazón y los vasos sanguíneos.
  1. Previene enfermedades cardiovasculares: el consumo diario de vino puede prevenir enfermedades coronarias.
  1. Reduce el riesgo de fallecimiento: según estudios, cuando se consumen entre 22 y 32 gramos de este licor al día, se genera un efecto protector para la salud evitando la mortalidad de algunas afecciones.

Aumentar los niveles de omega-3, prevenir la artrosis, reducir el riesgo a padecer cáncer y perder peso son otros de los beneficios que se le atribuyen al consumo de esta bebida.

Finalmente, una investigación realizada por miembros del Instituto Universitario de Lisboa, Portugal, descubrió que el vino consumido de forma moderada en un lugar cómodo, induce a estados psicológicos caracterizados por la felicidad, el enfoque en el presente, diferenciación entre el ser y el entorno, y otros estados del ser humano que lo conducen al bienestar.