“El 13 de mayo, la Virgen María, bajó de los cielos a Cova de Iría. Ave, Ave, Ave María. Ave, Ave, Ave María. A tres pastorcitos la Madre de Dios, descubre el misterio de su Corazón”, se canta en uno de los coros más representativos de la Iglesia Católica. Allí se hace referencia a la fecha que se conmemora este sábado.
La raíz de la creencia tiene que ver con la aparición de la Virgen María el 13 de mayo de 191, en Portugal, a tres primos pastores. Según el Vaticano, Lucía, Jacinta y Francisco, se encontraban en Cova de Iría, cuando en medio de un torrencial aguacero tuvieron que refugiarse en unas cuevas cercanas.
Mientras esperaban que la lluvia parara, los niños aseguraron haber visto una luz blanca que se escondía detrás de los árboles y al acercarse vieron una mujer vestida de blanco con un rosario en las manos. La mujer, según contaron, era la Virgen María. La Virgen les pidió a los niños que regresaran al mismo lugar el día 13 de cada mes y les dijo que les revelaría tres secretos importantes sobre el futuro de la humanidad.
Los niños corrieron a contarle a todos los habitantes del pueblo y, como lo habían prometido, regresaron los 13 de cada mes. Según los relatos que escribió Lucía Dos Santos, una de las niñas pastoras que presenció la visión, la virgen les dijo a sus primos, Francisco y Jacinta Marto, que morirían pronto, profecía que se cumplió, pues los dos hermanos fallecieron antes de cumplir los 10 años debido a la epidemia de la gripa española y con solo dos meses de diferencia.
Durante sus apariciones, la virgen le pidió a los niños que rezaran el rosario siempre y añadieran, al final de cada misterio, la frase: “Oh Jesús, perdónanos por nuestros pecados, líbranos del fuego infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente las más necesitadas de tu Divina Misericordia”.
Oración a la Virgen de Fátima para conmemorar su día
Entre las formas de venerar a la Virgen de Fátima están las oraciones. Y aunque hay varias versiones, una de las más tradicionales es la siguiente.
Oración a la Virgen de Fátima
Oh Virgen Santísima, Vos os aparecisteis repetidas veces a los niños; yo también quisiera veros, oír vuestra voz y deciros: Madre mía, llevadme al Cielo. Confiando en vuestro amor, os pido, me alcancéis de vuestro Hijo Jesús, una fe viva, inteligencia para conocerle y amarle, paciencia y gracia para servirle a Él, a mis hermanos, y un día poder unirnos con Vos allí en el Cielo.
Padre nuestro, Avemaría y Gloria.
Madre mía, también os pido por mis padres, para que vivan unidos en el amor; por mis hermanos, familiares y amigos, para que viviendo unidos en familia un día podamos gozar con Vos en la vida eterna.
Padre nuestro, Avemaría y Gloria.
Devoción
Los papas que han pasado por el Vaticano han venerado a la Virgen de Fátima con devoción. El papa Juan Pablo II visitó personalmente el lugar de las apariciones en tres ocasiones. Una de sus visitas más relevantes fue cuando le entregó a la Virgen la bala con la que le habían disparado el 13 de mayo de 1981.
Más recientemente, Benedicto XVI, que falleció el 5 de enero de 2023, visitó personalmente el punto de las apariciones y consagró a todos los sacerdotes al Inmaculado Corazón de María. Por su parte, el Papa Francisco consagró su pontificado a la Virgen de Fátima y en mayo del 2017 visitó el Santuario para conmemorar los 100 años de las apariciones.