Li-Meng Yan, la viróloga china que acusa a su país de ocultar información sobre el coronavirus, volvió al ataque esta semana y ahora dice que va a presentar pruebas sólidas para demostrar el origen del virus que tiene al mundo en medio de una de las peores crisis de su historia. Instalada en Estados Unidos, país al que huyó en abril, Li-Meng Yan le dio una entrevista al diario español El Mundo y allí afirmó que el actual coronavirus, contrario a lo que se cree, no procede de la naturaleza ni salió del mercado de Wuhan.
También dijo que ella comenzó a estudiar el virus en diciembre, en Hong Kong, antes de que el Gobierno chino le informara del brote a la OMS. “Un colega del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades me dijo que en Wuhan ya sabían que era un nuevo virus SARS y que incluso habían secuenciado su genoma completo, pero era evidente que Pekín estaba haciendo lo posible por encubrir la enfermedad". “Voy a desaparecer”: viróloga dice tener pruebas que covid-19 se creó en China Según su versión, China ocultó la información durante varias semanas y para evitar suspicacias permitió que pacientes y médicos infectados permanecieran en las zonas comunes de los hospitales sin aislamiento ni medidas de protección. "Tengo los registros de las conversaciones que lo prueban y ya los comprobó el FBI". Li-Meng Yang dice que le informó de sus descubrimientos al doctor Leo Poon, un presunto contratista de la OMS, pero que este le pidió que ocultara todo y que guardara silencio porque estaba poniendo en peligro su vida. “Me pidió que no fuera contra los procedimientos del Gobierno de China y que no contradijera sus principios. Si no, me metería en problemas y podría ‘desaparecer‘".
Todo se complicó cuando su esposo, que trabajaba en el mismo laboratorio que ella, descubrió que estaba sacando información. “Traté de convencerle de huir juntos pero no quiso. Entonces supe que tenía que irme de Hong Kong”. Ya instalada en Estados Unidos se enteró de que las autoridades chinas habían inspeccionado la casa de su familia y su apartamento. Hasta ahora la OMS ha negado la información y dicen que no tiene ningún contratista con el nombre de Leo Poon y que tampoco tienen registro de que alguien con el nombre de Li-Meng Yang haya trabajado en algún laboratorio de Hong Kong. Muchos están esperando las pruebas.