Los virus del papiloma humano (VPH) son un grupo de más de 200 virus relacionados y algunos de estos se transmiten por las relaciones sexuales vaginales, anales u orales, de acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer.

Además, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelaron que la infección por el VPH causa cada año 72.000 casos de cáncer cervicouterino y 34.000 muertes debidas a cáncer cervicouterino en la Región de las Américas (datos del 2018).

Los VPH de riesgo alto causan varios tipos de cáncer y hay alrededor de 14 de estos tipos que incluyen los siguientes: 16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, 59, 66 y 68. Dos de estos, el VPH16 y el VPH18, causan la mayoría de los cánceres relacionados con el VPH.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Demografía y Salud del año 2015, solo el 40,4 % de las mujeres de 13 a 69 años conocen las pruebas que diagnostican el VPH.

Adicional, el cáncer de cuello uterino se presenta mayormente en dos épocas de la vida de la mujer, alrededor de los 30 a 35 años y otros después de los 45.

Hay que señalar que el cáncer de cuello uterino es de los cánceres más frecuentes y una de las causas principales de muerte relacionada con el cáncer en los países de ingresos bajos y medianos, donde las pruebas de detección y el tratamiento de los cambios iniciales en las células del cuello uterino no están muy disponibles.

Por ello, Juan Carlos Vargas médico Gineco-obstetra y Asesor Científico de Profamilia, señala que “para el tratamiento oportuno del VPH y la prevención del cáncer de cuello uterino es clave realizarse la citología vaginal periódicamente y reclamar el resultado, el médico es quien indica, de acuerdo con la historia clínica de la paciente, la frecuencia con la que debe realizarse la citología vaginal. Sin embargo es importante que todas las mujeres, después de tres años de haber comenzado la vida sexual o al cumplir 21 años, se realicen la citología una vez al año”.

Asimismo, agrega que además de la citología, es importante observar otras conductas que pueden disminuir el riesgo de contraer el VPH entre ellas se encuentra el uso adecuado del condón en todas las relaciones sexuales, el chequeo ginecológico frecuente, una dieta alimenticia rica en frutas y verduras, no fumar y ponerle límite responsable al número de parejas sexuales.

De igual forma, es importante vacunarse contra el VPH, ya que la vacuna disponible previene los tipos de virus del papiloma humano que causan tanto la mayoría de los cánceres de cuello uterino, como algunos de los cánceres de ano, vulva (área alrededor de la abertura de la vagina), vagina y orofaringe (parte posterior de la garganta, incluidas la base de la lengua y las amígdalas). Además, la vacuna también previene los tipos de VPH que causan la mayoría de las verrugas genitales.

Además, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por su siglas en inglés) recomiendan que las niñas de 11 a 12 años de edad reciban dos dosis de la vacuna contra el VPH para proteger contra los cánceres causados por este virus.

También se recomienda para las niñas y mujeres entre 13 y 26 años que todavía no hayan recibido la vacuna o completado todas las dosis, pero la vacuna contra el VPH también se puede administrar a niñas de nueve años de edad en adelante.

De hecho, en la prevención está la clave, porque algunas personas desarrollan verrugas por ciertas infecciones de VPH de bajo riesgo, pero los otros tipos (incluyendo las de alto riesgo) no tienen síntomas.