De acuerdo con Medline Plus, es importante que todas las personas se realicen evaluaciones oculares periódicamente para detectar cualquier irregularidad en este órgano tan delicado. La visita al oftalmólogo se hace aún más relevante para quienes tienen más de 65 años.
Los problemas visuales, que pueden ir desde visión borrosa hasta ceguera, pueden ser causados por muchas afecciones, entre ellas se incluyen la presbiopía, cataratas, glaucoma, retinopatía diabética, degeneración macular, infección, inflamación o lesión ocular, moscas volantes, ceguera nocturna y desprendimiento de la retina.
Otras enfermedades que afectan directamente la visión, según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, son la neuritis ótica, los accidentes cerebrovasculares, los tumores cerebrales, el sangrado intraocular, la arteritis temporal y la cefalea.
Los expertos recomiendan algunas medidas de cuidado para evitar la degeneración de la vista de manera temprana:
- Usar lentes de sol para proteger los ojos.
- Mantener la receta de los lentes convencionales actualizada.
- No fumar.
- Limitar la cantidad de alcohol que se bebe.
- Mantener un peso saludable.
- Mantener la presión arterial y el colesterol bajo control.
- Si una persona tiene diabetes, mantener el azúcar en sangre bajo control.
Además, una alimentación balanceada que incluya las vitaminas indispensables para mantener una salud visual óptima es igual de importante que las revisiones periódicas y el autocuidado. +
Vitaminas esenciales para evitar una visión borrosa
Vitamina A: hace parte de los carotenoides, y es también conocida como retinol. Es uno de los componente importantes de la dieta por su acción antioxidante, que protege las células contra los radicales libres, unas moléculas que pueden afectar a las células.
La vitamina A puede obtenerse a partir de la ingesta de alimentos como la leche, queso, zanahorias, brócoli, papas, mantequilla, espinaca, melón, huevos, mango o en frutas y verduras de color. Los arándanos son una importante fuente de esta vitamina.
Vitamina B: El complejo de vitamina B, sobre todo la vitamina B1, B2, B6, B12 y el ácido fólico, son fundamentales en la protección de los ojos frente a enfermedades que pueden degenerar la visión. Asimismo, si una persona presenta deficiencia de vitamina B es más probable que pueda sufrir de sensibilidad a la luz, inflamación en los ojos y otras afecciones.
Esta vitamina puede encontrarse en alimentos como las carnes, cereales, huevos y espinacas.
Vitamina C: También llamado ácido ascórbico, este antioxidante también defiende a las células de los radicales libres, y puede reducir el riesgo de afecciones en los ojos, como el glaucoma.
La vitamina C se encuentra potencialmente en frutas cítricas, como la naranja, y en los tomates y pimentones.
Vitamina D: a esta vitamina se le llama la del sol, ya que puede aumentar la producción de esta en el organismo si una persona se expone cuidadosamente a sus rayos. Además, ayuda a preservar las funciones visuales de la retina y a evitar la inflamación ocular.
En cuanto a la alimentación, se puede obtener en forma de vitamina D1 o D3 en los pescados como el salmón, sardina y los huevos.
Vitamina E: el tocoferol tiene una función importante en la capacidad de las células de combatir el estrés que las oxida, lo que puede terminar causando enfermedades que degeneran la vista. También, esta vitamina ayuda a prevenir la visión borrosa y fortalece los músculos de este órgano.
Se encuentra, principalmente, en semillas, almendras, soya y aceitunas.