El durazno es una fruta que aporta diversos beneficios para la salud, como mejorar el funcionamiento del intestino, disminuir la retención de líquidos y ayudar en el proceso de pérdida de peso. Pero ¿podría ayudar a la salud ocular?
En concreto, el color del durazno indica que esta fruta es fuente de carotenos, responsables de su pigmentación amarilla, naranja y roja. Existen más de 600, entre los cuales algunos tienen funciones protectoras de la salud ocular, según el portal Mejor con Salud.
El betacaroteno es un conocido precursor de la vitamina A. Esto quiere decir que, tras su ingesta el organismo lo transforma en la forma activa de la vitamina y ejerce las mismas funciones. Entre ellas, y según datos obtenidos de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, se encuentra la producción de los pigmentos de la retina del ojo. Por este motivo, favorece la vista, en especial cuando la luz es tenue.
Además, la luteína y la zeaxantina forman parte de la mácula lútea y el cristalino. Los especialistas han podido establecer que una adecuada cantidad de ellas protege frente al daño causado por la luz y ayuda a prevenir enfermedades oftálmicas.
Por otro lado, es un fruto ideal para la salud de la dermis. En concreto, para tener una buena salud de la piel es de suma importancia la buena alimentación. Lo mejor es seguir una dieta variada y nutritiva que aporte vitaminas del grupo B, C y A (entre otros nutrientes), que se encuentran en la fruta y el jugo de durazno.
Además, entre las diferentes vitaminas que contiene el melocotón, la C es la que se encuentra en cantidad más destacada. Por eso, de su presencia derivan los beneficios del jugo de durazno en relación con las defensas del organismo.
Como apuntan las autoras Carr y Maggini en una publicación de la revista Nutrients, esta ejerce diferentes roles en las células del sistema inmune, que resultan positivas para los humanos. Asimismo, destacan que un déficit de ácido ascórbico implica una mayor susceptibilidad a sufrir infecciones.
Preparaciones con durazno
Mousse de durazno
Ingredientes:
- 1 cucharadita de estevia
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- Canela al gusto
- 1/2 cucharada de gelatina sin sabor
- 200 ml de leche descremada
- 2 cucharadas de leche en polvo
- 2 duraznos picados
Preparación:
- Añadir los duraznos picados y la esencia de vainilla, retirar del fuego y dejar enfriar. Batir la leche en polvo y la estevia con el resto de la leche hasta que quede homogéneo y luego incorporar a la mezcla de gelatina.
- Colocar en un recipiente grande o en recipientes individuales y refrigerar hasta adquirir una consistencia firme.
Pastel de durazno
Ingredientes:
- 170 g o 5 cucharadas de mantequilla
- 1 cucharadita de estevia
- 140 g de harina de almendras
- 3 huevos
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- 4 duraznos frescos cortados en rodajas finas
Preparación:
- Batir la estevia y la mantequilla con la batidora e ir añadiendo los huevos uno por uno, dejando batir mucho la masa.
- Luego, añadir la harina y el polvo de hornear y mezclar bien con una cuchara grande. Verter esta mezcla en un molde engrasado y distribuir las rodajas de durazno sobre la masa. Hornear a 180 °C durante 40 minutos.
Yogur casero de durazno
Ingredientes:
- 4 duraznos
- 2 envases de yogur natural
- 3 cucharadas de miel
- 1 cucharada de jugo de limón
Preparación:
- Cortar los duraznos en trozos medianos y congelarlos.
- Luego de congelados, licuar todos los ingredientes o batirlos en el procesador de alimentos y servir frío.