Los especialistas de la salud ocular recomiendan, como mínimo, visitar al optómetra una vez al año para saber en qué condiciones está la agudeza visual de cada persona. Años atrás, era usual que las personas adultas fuesen diagnosticadas con diversos problemas de visión; sin embargo, hoy día es muy común que los niños, jóvenes y adolescentes tengan que usar lentes desde temprana edad; esto se debe a que desde pequeños están en contacto con diversas pantallas; lo que no era usual en las personas de la tercera edad en esa época de sus vidas.
La Organización Panamericana de Salud (OPS) explica que los problemas de visión en la mayoría de los casos se pueden prevenir; sin embargo, en algunas zonas y, en determinados países de la región, se dificulta acceder a los especialistas que chequean la salud visual de cada persona.
“La ceguera y la discapacidad visual se pueden prevenir en aproximadamente el 80 % de las personas. Para reducir la ceguera y la discapacidad visual, se necesita aumentar el acceso a los servicios de atención oftalmológica mediante el fortalecimiento de los servicios públicos en las áreas más pobres de cada país”.
Es por esto que la Academia Americana de Oftalmología presentó una lista y descripción de las amenazas más comunes para la salud visual.
- No usar gafas de sol: cuando los ojos se exponen de manera desmedida a los rayos del sol se pueden ver afectados algunos tejidos del ojo como la córnea y el cristalino. Ante una exposición excesiva de los rayos UV pueden aparecer enfermedades oculares como en cáncer ocular y las cataratas. Por, eso se recomienda utilizar gafas de sol.
- Una mala alimentación: cuando hay deficiencia en el organismo de determinadas vitaminas, se puede desencadenar una perdida ocular permanente, ya que hay posibilidades de afectación del nervio óptico; por eso, es importante consumir frutas y verduras a diario, en especial las de color naranja y verde, que son los que más aportan minerales a salud visual.
- Fumar: dejar este hábito es una de las mejores decisiones para prevenir enfermedades oculares como las cataratas, la degeneración macular, el glaucoma, entre otras.
- Nadar con lentes de contacto: los lentes de contacto no deben estar en contacto con el agua y mucho menos con la de la piscina o el mar. Cuando se nada con estos elementos pueden entra bacterias al ojo y detonar una infección.
- No hacerle el adecuado aseo a los lentes de contacto: cuando las personas no limpian bien estos elementos, pueden ocasionar complicaciones médicas en los ojos. Al retirárselos y ponerlos es relevante que la persona se asegure de haber lavado correctamente sus manos; además, los lentes de contacto se limpian con una solución especial para ello.
- Dormir con los ojos maquillados: al no retirar el maquillaje de los ojos es posible que este pueda rayar la superficie del ojo provocando una infección. La vaselina y el champú de bebés puede ser empleado para desmaquillar de manera segura esta zona.
- Comprar lentes de contacto sin fórmula médica: algunos desean cambiar de color de sus ojos, y esto hoy día es viable, ya que en el mercado se consiguen lentes de contacto de color; sin embargo, es mejor consultar con un especialista antes de comprarlos y que sea él quien recomiende el lugar adecuado para comprarlos.